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Asilo de ancianos, un espacio de dignidad y amor que requiere del apoyo de todos

Asilo de ancianos, un espacio de dignidad y amor que requiere del apoyo de todos

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Por: Cristina Flores Cepeda

Sabinas, Coahuila. – El Asilo de ancianos de Sabinas es mucho más que un lugar de resguardo para personas adultas mayores. Es un hogar donde se les brinda atención integral, cariño, acompañamiento y un trato digno a quienes han recorrido ya un largo camino de vida. Bajo la dirección espiritual del párroco Juan Gerardo Hernández Briones y como directora la señora Sonia Salas, este espacio se ha consolidado como un refugio, pero también enfrenta retos económicos que requieren del compromiso de la sociedad.

Actualmente, 19 personas —hombres y mujeres— habitan este asilo. El personal que los atiende está capacitado y se entrega con vocación y amor. Sin embargo, mantener los cuidados necesarios, pagar salarios justos y ofrecer condiciones óptimas implica un gasto constante que no siempre se cubre con las cuotas que algunas familias pueden aportar. “Queremos darles siempre la mejor atención a nuestros ancianitos, con personal bien preparado y pagado, pero también buscamos que para las familias no sea muy costoso tener a su ser querido con nosotros. Para lograrlo, realizamos diversas actividades que nos ayudan a recaudar fondos y a fortalecer el espíritu comunitario que siempre ha distinguido a Sabinas”, expresó el párroco.

Una de las formas en que se logra mantener este equilibrio entre calidad y accesibilidad es a través de convivencias y eventos. Grupos parroquiales, familias solidarias y ciudadanos generosos se han sumado en distintas ocasiones llevando merienditas, organizando visitas y hasta realizando ventas de alimentos como hamburguesas para recaudar fondos. “Nos llena de alegría cuando alguien se organiza con tiempo, nos habla y prepara alguna merienda para los abuelitos. Eso los hace sentirse acompañados, escuchados, y nos ayudan también a solventar una comida del día. Es una forma sencilla pero poderosa de apoyarnos”, mencionó.

El asilo cuenta con dormitorios separados para hombres y mujeres, así como con algunas habitaciones individuales para quienes así lo requieren. Aunque existe una cuota de ingreso, esta no siempre se puede cubrir. El equipo realiza un estudio socioeconómico a cada solicitante y, si bien algunas personas aportan lo que pueden, otras no tienen posibilidad alguna y aun así son recibidas. “Lo importante es atenderlos, que no estén solos, que tengan un lugar donde vivir con dignidad. Hay quienes no pueden aportar ni un peso y los recibimos con el mismo amor. Dios provee, y la comunidad ha sido muy generosa”, dijo el párroco.

Para quienes desean ingresar al asilo, el procedimiento inicia con una solicitud que se entrega directamente en las instalaciones. Ahí, se analiza cada caso de forma particular, ya que no todos los perfiles pueden ser atendidos por la capacidad operativa del lugar. Algunas personas con enfermedades mentales o que requieren cuidados intensivos no pueden ser admitidas, pues el personal debe velar por el bienestar general sin descuidar a nadie. El sacerdote también destacó el noble gesto de Michelle, una joven sabinense que decidió representar al asilo como candidata a reina de las festividades de Sabinas. Parte de las actividades que realice durante su campaña serán destinadas a apoyar esta noble causa.

“Le damos gracias a Dios, a Michelle, por su disposición, al igual que a su familia. Que haya querido sumarse a nosotros, representarnos y aportar a esta causa nos llena de esperanza. Su entusiasmo nos contagia y nos recuerda que este asilo es un proyecto de todos”. Finalmente, extendió una invitación a la ciudadanía: “No olvidemos que tenemos este asilo. Invitamos a todas las personas, a los grupos, a las familias, a que vengan, que convivan con nuestros abuelitos, que les lleven una meriendita. Les gusta mucho la convivencia, y hay muchas formas de ayudar. Ellos no están tristes ni abandonados; están bien cuidados, bien acompañados. Lo que queremos es que vivan de manera digna, con alegría, como merecen”.

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