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Aqu? en confianza

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Iv?n Garza Garc?a

 

Me canso ganso

 

 

Reza el refr?n: no hay plazo que no se venza ni deuda que no se pague. Por fin, despu?s de picar picar piedra y quemar suela por m?s de 12 a?os, Andr?s Manuel L?pez Obrador se coloc? la ansiada Banda Presidencial (con los colores invertidos y toda la cosa); ahora s?, en ceremonia oficial llevada a cabo en el Sal?n de Plenos de San L?zaro, donde la avasalladora mayor?a morenista, tanto de diputados como de senadores, lo esperaba para bien arroparlo a trav?s de aplausos, porras y v?tores. ?Es un honor estar con Obrador!, se escuchaba a lo largo y ancho del palacio legislativo, incluso antes del arribo del hijo predilecto de Macuspana.

 

Despu?s de escuchar los posicionamientos de las fuerzas pol?ticas representadas en el Congreso de la Uni?n, en la voz de los legisladores designados para tal efecto, hizo su entrada al recinto quien fuera llamado a rendir protesta como Presidente de los mexicanos. Fue Porfirio Alejandro Mu?oz Ledo y Lazo de la Vega, en su car?cter de presidente de la Mesa Directiva de la C?mara de Diputados, el encargado de dirigir la sesi?n y hacer los honores al ahora titular del Ejecutivo. S?, el mismo Porfirio que en 1988 increp? desde su curul a Miguel de la Madrid, cuando ?ste ofrec?a su ?ltimo informe de Gobierno. El mismo Porfirio que luego del acto de toma de protesta calific? al nuevo mandatario como: ?un personaje m?stico, un cruzado, un iluminado?,? adem?s, ?un aut?ntico hijo laico de Dios y un servidor de la Patria?. Todo eso y m?s fue publicado por el octogenario pol?tico en un par de twitts, mismos que circularon en las benditas redes cual si fuera torrente sanguino en venas de puberto.

 

Ya investido como Presidente de la Rep?blica, Andr?s Manuel saboreo las mieles de la victoria y, contagiado de la confianza que produce el ?xito en la empresa,? dirigi? a la naci?n un largo (largu?simo) mensaje. El mandatario que recibi? el poder acompa?ado del mayor bono democr?tico en la historia reciente, compact? en un discurso los principales postulados de su eterna campa?a electoral. Sin mayores sorpresas, el ahora inquilino principal del Palacio Nacional, critic? ?cidamente al neoliberalismo practicado en nuestro pa?s desde 1982. Ante la mirada extraviada de Enrique Pe?a Nieto, quien a ratos hacia como que escrib?a en una hoja de papel para evitar las consecuencias del embate, L?pez aseguro que ?la econom?a neoliberal ha sido un desastre; una calamidad para la vida p?blica del pa?s». En ese per?odo, seg?n record? el tabasque?o, la econom?a creci? anualmente a raz?n del 2 por ciento en promedio; en? contraposici?n,? de 1956 a 1970, el producto interno bruto aumento m?s del 6 por ciento, sin que se hubiera registrado incremento en la deuda p?blica. Para AMLO en aquellos tiempos el bienestar del pueblo mexicano superaba cualquier crisis. Lo que no se mencion? es que – en aquel entonces – el gobierno era amo y se?or de la pol?tica econ?mica. Tal como lo se?ala el columnista Raymundo Riva Palacio: ?controlaba las tasas, el tipo de cambio y la inflaci?n, mientras el sector privado, que estaba blindado de la competencia externa, se ocupaba del mercado interno, distribuyendo la riqueza bajo la tutela de la presidencia?. As? eran las cosas en nuestro M?xico de aquellos a?os; sin embargo,? no debemos olvidar que ahora otro gallo canta y, en un mundo globalizado, la econom?a de una naci?n depende en buena medida de los mercados internacionales, mismos que ?ltimamente se han visto altamente estresados ante una serie de anuncios, como la cancelaci?n de las obras del NAICM y la correspondiente recompra de los bonos de deuda (de la cual nos ocuparemos en otro espacio), as? como la eventual reforma para evitar el cobro de comisiones bancarias, impulsada desde el Senado por las huestes de Morena. Al respecto, el peso nuevamente sufri? un grave retroceso (al cierre de este art?culo la moneda mexicana se cotiz? en 20.52 unidades por d?lar).

 

Aqu? en confianza, la ceremonia del pasado s?bado no solo signific? la llegada de un nuevo gobierno, sino un verdadero cambio de r?gimen. El reci?n ungido propone transmutar de un modelo neoliberal a otro neonacionalista. Por supuesto, todos queremos (o al menos debemos querer) que el Presidente logre su cometido por el bien del pa?s; sin embargo, los resultados del golpe de tim?n son de pron?stico reservado.

 

Entre que son peras o son manzanas, para honrar sus compromisos y dar certeza al respetable, Andr?s Manuel utiliz? una de sus m?s c?lebres frases: ?Me canso ganso?, o lo que es lo mismo ?I get tired goose? (por aquello de los lectores de habla inglesa).

 

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