Fue Winston Churchill qui?n en una ocasi?n asegur?: ?Una mentira puede recorrer seis veces el mundo, antes de que la verdad haya tenido tiempo de ponerse los pantalones.?
Hoy en d?a gracias a la revoluci?n tecnol?gica padecemos lo que ha venido a bien llamarse un gran ?exceso de informaci?n?. Nunca en toda la historia de la humanidad ha existido tanta informaci?n disponible, pero al mismo tiempo tambi?n, tantas inc?gnitas.
Informaci?n que podr?amos decir, viaja a la velocidad de la luz. Sin embargo, posee tambi?n un lado flaco, su veracidad. El problema con el exceso de informaci?n es que en porcentaje la informaci?n nociva que carece de fundamento, est? desplazando a la informaci?n veraz. Resulta imposible poder competir en n?mero. El tiempo que conlleva la investigaci?n, an?lisis y verificaci?n de los datos, siempre ser? mucho mayor en diferencia al que representa dar un simple ?clic?.
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Lo m?s l?gico es que en este nuevo mundo de alcances informativos ilimitados, los actores consideremos con seriedad iniciar una cultura de validaci?n de la informaci?n tomando en cuenta elementos tales como credibilidad de la fuente, si procede directamente de ella o es simplemente un portavoz, cu?l es el prop?sito del autor al escribir y difundir la informaci?n.? Por otro lado, hablando de redes sociales, nuestra responsabilidad es volvernos m?s anal?ticos. Ciertamente, estos instrumentos de opini?n social han sido muy ?tiles para generar verdaderos mecanismos de presi?n, pero antes de dar nuestro apoyo con un clic, vale la pena preguntarnos realmente ?Qu? o quienes se encuentran detr?s del manejo de dicha informaci?n? ?Qu? pretenden en el fondo? y ?Qui?n resulta beneficiado tanto directa como indirectamente?
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No hay vuelta atr?s, tenemos que aprender a lidiar con un mundo inmerso en el mercado de la informaci?n, pero hagamos conciencia, esa informaci?n como tal, representa ?nicamente un dato, porque es nuestra capacidad de razonamiento, la ?nica que puede transformarla en conocimiento.
?Una mentira repetida adecuadamente mil veces, puede terminar por convertirse en una verdad? Paul J Goebbels.?
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Somos lo que hemos le?do y esta es, palabra de lector.
