Por/ Factor
Baja California.- Autoridades sanitarias en México confirmaron el fallecimiento de cuatro personas a causa de melioidosis, una infección causada por la bacteria Burkholderia, que no solo es capaz de dañar a los humanos, sino también a los animales. Pero, ¿cómo se contrae la bacteria Burkholderia? La Secretaría de Salud del Gobierno de Baja California Sur emitió un aviso epidemiológico dirigido a centros de salud, clínicas y hospitales públicos y privados confirmando la muerte de al menos cuatro personas por melioidosis en esa entidad, mientras que un caso más se recupera exitosamente.
Las autoridades sanitarias piden al personal médico de primer contacto mantenerse atentos a la sintomatología que puedan desarrollar los pacientes para que en casos positivos se realicen los procedimientos necesarios para su detección y tratamiento oportuno. La bacteria Burkholderia es responsable de la melioidosis, una enfermedad infecciosa que puede afectar tanto a humanos como a animales, aunque no se transmite entre ellos. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se encuentra principalmente en el suelo y en aguas contaminadas.
La infección se puede desarrollar cuando la bacteria entra en el cuerpo a través de heridas en la piel, inhalación, aspiración o ingestión. Sin embargo, suele ser resistente a los antibióticos comunes, una de las razones por las que la infección puede ser mortal si no se atiende a tiempo. Los síntomas de la melioidosis varían según la ubicación de la infección en el cuerpo, pudiendo afectar los pulmones, la piel, la sangre o múltiples áreas simultáneamente. Entre los más comunes se encuentran las siguientes señales de alerta: Tos, dificultad para respirar, dolor en el pecho, fiebre, pérdida de apetito, dolor de cabeza. Cuando afecta la piel, puede causar úlceras o abscesos, mientras que la infección en la sangre ocasiona fiebre alta, fatiga extrema, dolor abdominal, dolor articular, confusión y dificultad respiratoria. Sin embargo, en su forma más grave presenta tos persistente, pérdida de peso, sudores nocturnos, dolor en el estómago o el pecho, y dolor muscular o articular.
