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ITALIA.- Con el Milan atravesando un momento de transición, el mexicano Santiago Giménez asume una nueva etapa en su carrera, enfrentando una de las pruebas más desafiantes de su trayectoria: romper la «maldición» del número 7. Este número, que alguna vez fue sinónimo de grandeza con Andriy Shevchenko, ha sido portado por futbolistas que, a pesar de su potencial, no lograron destacar en el equipo italiano.
Tras la disponibilidad de números como el 9, 11 y 29, que fueron opciones que acompañaron a Giménez en su paso por Cruz Azul, el delantero mexicano asumió el número 7, que dejó vacante Álvaro Morata luego de un paso discreto por el Milan. Morata, quien llegó en julio del año pasado, jugó apenas una temporada, con una modesta cosecha de 7 goles y 2 asistencias, antes de ser cedido al Galatasaray.
Antes que el español, varios jugadores intentaron llevar la camiseta con el emblemático número, pero ninguno logró consolidarse. Yacine Adli, por ejemplo, no encontró regularidad durante sus dos años en el Milan con el 7, y actualmente está cedido a la Fiorentina. El caso de Samu Castillejo también resalta, quien, aunque estuvo cuatro temporadas con el Milan, no logró dejar una huella profunda, a pesar de su esfuerzo, y terminó su paso por el club con 10 goles y 15 asistencias en 113 partidos.
Por su parte, Nikola Kalinić y Gerard Deulofeu compartieron una experiencia similar con el número 7 en la temporada 2017-18, pero ninguno logró mantenerse por más de un año, lo que se reflejó en sus respectivos pasos efímeros por el club. Luiz Adriano, quien llegó en 2016, fue otro de los que intentó ocupar el número histórico, pero tampoco consiguió destacar.
De los jugadores más recordados que portaron el número 7 en años recientes, Robinho y Alexandre Pato dejaron destellos de su calidad, pero no lograron hacer de su paso por el Milan una etapa memorable en la historia del club.
Ahora, Santiago Giménez tiene la oportunidad de cambiar la narrativa. A pesar de la historia reciente del número 7, el joven delantero tiene en sus manos la posibilidad de demostrar que el peso de la camiseta es solo eso, un número. Frente a él, la herencia de grandes como Shevchenko, Frank Rijkaard y Carlo Ancelotti, quienes también brillaron con el 7, podría ser una motivación adicional para hacer historia en el club rossonero.
El desafío está claro, y Santi está listo para demostrar que, más allá del número, su talento y determinación pueden escribir un nuevo capítulo en la historia del Milan.
