
Iglesia Católica dispuesta a apoyar a repatriados: Obispo Gerardo Miranda
-Les preocupa el desempleo
Por: Cristina Flores Cepeda
Sabinas, Coahuila. – El obispo de la diócesis de Piedras Negras, Alfonso Gerardo Miranda Guardiola, aseguró que la Iglesia Católica está “más que puesta” para ayudar a los connacionales que sean repatriados por Estados Unidos. Destacó que esta labor se realizará en coordinación con albergues habilitados por los gobiernos federal, estatal y municipal en Nueva Rosita, Allende y, posiblemente, Monclova, “pero nuestras iglesias y albergues están disponibles en caso de así requerirlo”.
El prelado informó que ayer, junto con los obispos de Torreón y Saltillo, sostuvo una reunión anual con el gobernador Manolo Jiménez Salinas en Palacio de gobierno, donde compartieron sus principales preocupaciones, entre ellas, el desempleo que afecta a la Regiones Centro y Carbonífera. Explicó que tienen temor de los efectos del incremento en los aranceles que ha sido anunciado por el presidente Trump, sobre todo porque ya se resiente el cierre de empresas que han generado incertidumbre, mencionando casos como la desaparición de MICARE en Nava, la eliminación de un turno en General Motors en Ramos Arizpe que dejó sin empleo a 800 trabajadores y se han hecho anuncios también de algunas maquiladoras en Acuña que podrían cerrar sus puertas.
“Nos preocupa que la falta de empleo genere desolación, depresión, angustia y ansiedad en la población. Sabemos que el gobernador está promoviendo nuestro estado, pero la crisis laboral sigue afectando a muchas familias, especialmente después del cierre de Altos Hornos de México”, expresó Miranda Guardiola. Asimismo, enfatizó que la iglesia está lista para atender a los migrantes deportados. “Nuestras casas del migrante, parroquias y comunidades están preparadas para recibir y ayudar a quienes lo necesiten. Hemos dialogado con los alcaldes de Acuña, Piedras Negras y Nueva Rosita para brindar apoyo cuando sea requerido”, aseguró.
En otro tema, hizo un llamado a los medios de comunicación a ejercer su labor con prudencia y respeto. “El lenguaje ha cambiado drásticamente, se han perdido el decoro y la consideración en el uso de las palabras, no solo en redes sociales y televisión. Es importante que los periodistas informen con el corazón, reconociendo la dignidad de cada persona y expresando la verdad con respeto”, señaló. Finalmente, el obispo recordó la situación de conflictos internacionales como la guerra entre Rusia y Ucrania y la crisis en Medio Oriente, enfatizando que la violencia no solo es un problema lejano, sino que su impacto se siente en la sociedad. “Debemos estar atentos y ser promotores de la paz, pues todo esto llena nuestras páginas”, concluyó.
