
Líder y Hiry: héroes de cuatro patas que fortalecen la prevención y la proximidad
Por: Cristina Flores Cepeda
Sabinas, Coahuila. – En el corazón de los operativos de prevención y proximidad de Seguridad Pública del Estado, dos binomios caninos destacan no solo por su entrenamiento especializado, sino también por la conexión emocional que han forjado con sus manejadores. Líder y Hiry, un pastor alemán y una labradora, respectivamente, son más que perros entrenados para la detección de narcóticos: son embajadores de confianza y prevención en escuelas, colonias y comunidades.
Líder, un pastor alemán de tres años y medio, lleva el título de especialista en detección de narcóticos con la certificación Hill Country, otorgada por autoridades estadounidenses. Bajo la guía de su manejador, Daniel Medina, Líder no solo participa en operativos, sino que también desempeña un papel clave en actividades preventivas.
“En el área de prevención y proximidad, Líder trabaja principalmente en escuelas. Los niños observan cómo está entrenado, cómo trabaja, y tienen la oportunidad de convivir con él. El objetivo es que no le tengan miedo, sino que lo vean como un aliado”, explica Medina, quien también revela que la conexión con su compañero canino va mucho más allá del ámbito laboral. “Me lo llevo a casa para que conviva con mi familia. Se crea un vínculo que no solo es de trabajo, es personal”.
Con una carrera laboral que abarca 10 años, Líder aún tiene un largo camino por recorrer antes de llegar a su jubilación. Cuando ese momento llegue, lo más probable es que Medina lo adopte definitivamente, siguiendo la tradición de muchos manejadores que no pueden separarse de sus compañeros tras años de trabajo en equipo.
Por otro lado, Hiry, una labrador de tres años, comparte muchas similitudes con Líder, pero su temperamento tranquilo la convierte en una estrella en actividades de proximidad. Su manejador, Leonardo Encina, describe cómo esta perrita está entrenada para detectar narcóticos, al igual que los perros operativos, pero su rol en la unidad de prevención y proximidad le exige una actitud más sociable.
“Hiry está acostumbrada a las caricias y a tomarse fotos con las personas. Su experiencia y su temperamento la hacen ideal para estos entornos. Además, como manejador, mi labor es cuidarla y atender todas sus necesidades. Sé perfectamente cuando algo le molesta o si tiene hambre. Siempre viajamos juntos y me aseguro de que esté bien hidratada y alimentada”, comparte Encina.
Hiry se alimenta con comida especialmente formulada para garantizar una nutrición adecuada, y su relación con Encina es tan estrecha que ya forma parte de su familia. “Es más que mi compañera de trabajo; es mi amiga y un miembro de mi hogar”, asegura el oficial. Encina también recuerda con cariño a otro binomio canino con el que trabajó durante años, pero que debido a temas de salud tuvo que ser jubilado. La conexión que se forma entre los manejadores y sus perros no solo es profesional, sino profundamente emocional.
Tanto Líder como Hiry han sido entrenados en el centro de adiestramiento de Seguridad Pública del Estado, donde veterinarios especializados y entrenadores brindan cursos tanto a los manejadores como a los perros. Cada binomio canino es asignado tras un periodo de práctica y entrenamiento, fortaleciendo las habilidades técnicas de los perros, la confianza y el entendimiento entre ambos integrantes del equipo.
Líder y Hiry representan el esfuerzo de una corporación por garantizar la seguridad y la prevención del delito; también son un símbolo de empatía y conexión humana. Su trabajo en comunidades, escuelas y espacios públicos inspira confianza y deja una huella imborrable en quienes tienen el privilegio de conocerlos. En ellos, vemos un ejemplo claro de cómo el amor, la dedicación y la profesionalidad pueden combinarse para lograr un impacto positivo en la sociedad. Porque detrás de cada ladrido, cada detección y cada demostración, hay una historia de lealtad y cariño que trasciende el deber.
