Octubre, un llamado a la esperanza y a la fe en la lucha contra el cáncer
Por: Cristina Flores Cepeda
Sabinas, Coahuila. – En el marco de octubre, mes de concienciación sobre el cáncer, el párroco Juan Gerardo Hernández Briones ofreció un mensaje cargado de sensibilidad y esperanza para todos aquellos que enfrentan la enfermedad. Desde el altar, sus palabras resonaron con profunda empatía, alcanzando a quienes hoy llevan una batalla silenciosa contra el cáncer, recordándoles que no están solos y que la fe y la esperanza siempre los acompañan en el camino.
«Primero, debo decir que el sufrimiento es parte de esta vida y no lo vamos a quitar, pero es bonito ver cómo mucha gente lo asume», expresó el párroco con una mirada serena y una voz cargada de compasión. Reconoció que la noticia de una enfermedad tan difícil como el cáncer suele ser un golpe que lleva, en muchos casos, a una reacción de negación. «Es una reacción natural», dijo, “porque, ¿quién quiere sufrir? Pero siempre hay esperanza”.
El padre Juan Gerardo compartió que, especialmente durante este mes, ha sido testigo de historias de fortaleza y de aquellos que, con perseverancia y fe, han alcanzado la victoria sobre la enfermedad. Testimonios de personas que han pasado por tratamientos largos y difíciles y, finalmente, han sido dadas de alta. “Hablamos de un mensaje de esperanza, de vida. La vida nos muestra que, a pesar de los desafíos, podemos salir adelante”, enfatizó.
En su llamado, el sacerdote extendió su mensaje no solo a quienes padecen la enfermedad, sino a todos en general. Invitó a estar atentos a los signos de este padecimiento y a cuidar de nuestra salud, sin importar el género. “No solo las mujeres, también los hombres deben velar por su bienestar. Detectar a tiempo una irregularidad puede hacer la diferencia. Muchas veces se puede vencer al cáncer si se detecta y se atiende a tiempo”, subrayó.
Con un tono lleno de cariño, el padre Juan Gerardo advirtió sobre el miedo que, en ocasiones, paraliza a las personas ante los síntomas de un malestar: “Sí les da miedo y no quieren ir a ver qué sucede, desaprovechan un tiempo muy valioso. El tiempo es oro, el tiempo es vida”. Hizo énfasis en que esta es una invitación para que todos valoren su salud y no ignoren las señales de alerta, buscando ayuda médica ante cualquier duda. Este mensaje de fe no solo estaba dirigido a los pacientes, sino también a sus familias y cuidadores. A ellos, el párroco les dedicó unas palabras de aliento, animándolos a seguir adelante en la ardua labor de acompañar y cuidar.
“Animar a quienes padecen esta enfermedad y a sus cuidadores es fundamental; es una batalla que no se libra en soledad. Saber que Dios nos acompaña en el sufrimiento y el dolor es un consuelo inmenso, y donde hay fe, siempre hay esperanza”. En un mundo en el que el cáncer afecta a tantas familias, las palabras del párroco Juan Gerardo Hernández Briones resonaron como un bálsamo para el alma, recordando que incluso en los momentos más oscuros, la esperanza es una luz que nunca se apaga. Octubre, un mes que invita a recordar, a prevenir y a cuidar, también se convierte en un tiempo para fortalecer el espíritu y redescubrir la fe en la lucha por la vida.
Es un recordatorio constante de que cada día es una oportunidad para vivir con plenitud, abrazar la esperanza y caminar de la mano con aquellos que más amamos, sin importar la adversidad.
