11 de julio Día del Minero
La carbonífera; una región curtida por el dolor
Por: Cristina Flores Cepeda
Región Carbonífera, Coah. – Este lunes 11 de julio, se celebra el día del minero; fecha especial para reconocer el esfuerzo de todos los que día a día trabajan en las entrañas de la tierra para sacar el milenario carbón que sirve para generar energía, los que laboran en los tajos y en los pocitos. La Región Carbonífera ha sido curtida por el dolor. Por la partida de hijos, padres de familia, nietos, tíos, primos, esposos que han perdido la vida en las entrañas de la tierra. Es verdad, la minería es el pilar económico de esta cuenca, pero cada tanto, la madre naturaleza nos cobra –con la vida- lo que le arrebatamos del subsuelo.
Hablar de mineros es recordar a quienes se fueron y a los que sobrevivieron, pues todos ellos han sido parte de esta fecha especial.
La primera de las tragedias mineras documentadas es aquella del 31 de enero de 1902, en San Felipe y El Hondo donde se dio cuenta de 141 muertos en el tiro 6 de la Coahuila “Coal Company”, en su mayoría orientales, por la explosión de gas grisú, el llamado vaho del diablo y de ahí a la fecha tan solo por explosiones se han perdido 1600 vidas. A decir del historiador profesor Ramiro Flores Morales, si sumamos decesos por “caídos” e inundaciones, el número se duplica. “Fácilmente superamos las 3 mil muertes”, dice.
El 1 de marzo de 1902 el presidente de la República Porfirio Díaz llegó al lugar y en forma personal dio condolencias a los deudos de San Felipe, a quienes les entregó recursos económicos. En total en la Región Carbonífera han ocurrido 116 tragedias mineras por la acumulación de gas grisú que detona explosiones, entre otras podemos citar la ocurrida el 31 de marzo de 1969 en Minas de Barroterán donde perdieron la vida más de 150 mineros.
La actividad del carbón es la segunda más peligrosa de acuerdo con el “National Geographic” que señala en primera posición la pesca de cangrejo en Alaska y en tercer lugar los soldados al frente del combate. De ese tamaño es el riesgo, pero los hombres en esta región optan por dedicarse a la minería por que se gana mejor y pueden mantener su hogar.
Se tiene un reporte de que la primera tragedia minera pudo ser el 31 de marzo de 1885 en la localidad de San Felipe del Hondo, pero no está documentada, solo la de 1902. La tragedia de Pasta de Conchos en la que 65 mineros quedaron atrapados el 19 de febrero del 2006 en San Juan de Sabinas no puede dejar de mencionarse. Esta información trascendió más allá de las fronteras y es fecha que no puede finiquitarse pues los restos de los mineros no se rescataron.
Desde que empezó la minería, los ayes de dolor de las madres de familia, de los hijos, de las esposas han sido las historias repetitivas. Siempre que sale el jefe de familia del hogar no falta la bendición y ellos saben que podrían no volver, aun así, corren el riesgo.
La minería es una actividad muy riesgosa y quien se mete ahí (en el pozo, la mina) sabe que probablemente algún día se encontrará con la muerte, pero el miedo es muy pequeño para la Fe que tienen los mineros de la carbonífera. Ahora hay sistemas muy sofisticados que detectan la presencia de gas de inmediato y medidas de seguridad que es obligatorio aplicarlas.
De las tragedias en los últimos años podemos citar la ocurrida en el pozo de BINSA, ocurrida el 03 de mayo del 2011 en dónde 14 trabajadores murieron a causa de una explosión por acumulamiento de gas metano, La Espuelita donde se registró una inundación y ya no salieron los mineros el 23 de enero de 2003 y la más reciente ocurrida en el mineral de La Florida, MICARAN donde 7 mineros murieron a consecuencia de una inundación.
Por eso este lunes festivo para los mineros, no se puede dejar de mencionar lo que ellos representan para una región que ha crecido a golpe de mazo para tumbar carbón, ahora transformadas en sofisticadas máquinas que de igual forma son manejadas por los mineros. Los que cargan en las carretillas o en las góndolas el mineral. Los que sustentan el gran porcentaje de los hogares porque, a más de cien años el carbón sigue siendo el principal pilar económico de esta cuenca.
