QUÉ TAL NUESTRO PRESIDENTE
Me quedé como aquel que dijo, en baño de asiento, (anonadado).
Como ya vio que una de sus tantas promesas, la de Pasta de Conchos no se pudo, pues hace un decreto, o sea establezco una herencia de poder, qué chulada, hermosa herencia a la que gane la elección.
Ok vino, revisó y le contaron los avances y la gran verdad, no será posible.
Para colmo ahora piden otra indemnización, como que ya le encontraron el modo los abogados de los parientes, un buen modus vivendi.
Pues que tambien pidan su indemnización por los del accidente de Barroterán al final de los años 60.
Cuando ahí realmente sepultaron trozos de madera y bultos de carbón en ataúdes sellados, con actas del Ministerio Público dudosas, en el ataúd solo estaba afuera la ficha del carbonero más sus restos no.
No lo invento, es real ya van varias tumbas abiertas para remover los restos y se encuentran solo piedras y alguna lampara minera, más pruebas reales, no.
No fue el único accidente donde los mineros fallecidos quedaron sepultados dentro de las galeras de la mina, para esos “Prometeos”, solo hay un monumento con sus nombres.
HDELAF.
