Un milagro de esperanza: La Historia de Diego Vara Orozco

Por: Cristina Flores Cepeda
Sabinas, Coahuila. – Hoy es un día que resuena con alegría y gratitud en el corazón de muchos porque hemos sido testigos de un verdadero milagro. El pequeño Diego Vara Orozco, de dos años, un valiente niño que enfrentó una compleja cirugía a corazón abierto ha salido victorioso de este desafío, y su historia es un recordatorio conmovedor de la bondad y la fuerza que pueden surgir en los momentos más difíciles.
Diego llegó a nuestras vidas a través de sus padres, quienes, con el amor y la determinación que solo los padres pueden tener, se acercaron a la comunidad en busca de apoyo. La suma necesaria para cubrir los gastos de la cirugía ascendía a poco más de 2 millones de pesos. Sin embargo, gracias a la generosidad de una fundación en Ciudad de México, se logró reunir más de la mitad de la cantidad necesaria. El resto fue un esfuerzo colectivo, donde sus padres se dedicaron incansablemente a organizar actividades y eventos para recaudar el millón que les faltaba. Su lucha y perseverancia son un testimonio del amor incondicional que sienten por su hijo.
Hoy, tras la cirugía, Diego se encuentra en camino a casa. La madre de Diego compartió un mensaje lleno de emoción: “Es para mí un gusto poderles avisar que hoy nos dan de alta del hospital, Diego ya quiere calle. Ya estamos alistándonos para irnos. Él está feliz y se siente mejor”. Estas palabras, cargadas de alegría, reflejan la recuperación de Diego y la esperanza que se renueva en cada uno de nosotros.
La operación que enfrentó Diego era compleja y llena de incertidumbre. Sin embargo, su familia siempre mantuvo la fe, confiando en que para Dios no hay imposibles. “Nos pusimos en sus manos y que él nos guiara el camino”, expresó su madre, quien también agradeció a todos aquellos que estuvieron en oración permanente por su niño. “Agradecemos a todos ustedes, porque sabemos que estuvieron en oración permanente por mi niño, sus palabras de apoyo y por estar siempre al pendiente”, añadió con gratitud.
Este momento de celebración no solo es un triunfo para Diego y su familia, sino también para toda la comunidad que se unió en torno a ellos. La solidaridad y el apoyo es evidente con este resultado que hoy toca corazones. Hoy Diego Vara es un testimonio viviente de la fe, del amor de Dios y la solidaridad y misericordia humana.