Ramón es un joven con discapacidad; ayuda en los negocios y quiere una bicicleta para hacer mandados y ayudar a su mamá
JESÚS LÓPEZ / FACTOR
PALAÚ, COAHUILA.- Ramón ‘‘N’’ tiene una discapacidad al igual que tres de sus hermanos, su discapacidad no le impide ganarse el dinero ya que conoce a la perfección lo que cuesta para ayudar a su madre con los gastos de la casa.
Entre la tierra y los rayos directos del sol, pide ayudar en los locales del centro a hacer mandados o barrerles la banqueta o ir a tirar basura a cambio de un taco o para un refresco y poder llevarle algo a su madre en el barrio los Cuervos.
Desde las 05:00 de la mañana el joven, sale de su casa, ubicada en la calle Ferrocarril del barrio los Cuervos y se dirige hacia el centro a barrer la plaza o el bulevar, donde inicia su ‘‘jornada laboral’’ de por lo menos 5 horas al día.
‘‘Pues llego desde las 05:00 horas, desde la mañana y lo primero que hago es tirar la basura de algunos locales del centro además de barrer y regar un local donde venden gorditas muy cerca de una funeraria, relató el joven entre palabras cortas al no poder hablar muy bien, quien a diario recorre las calles de la zona centro de Palaú, para poder hacer mandados y llevar algo de dinero a su casa.
Sin embargo como en todo trabajo hay días buenos y malos, dice que cuando es quincena se lleva hasta 200 pesos, pero a veces nada más 100 o 50 o el almuerzo o la comida, compartió el joven.
Sin despegar la mirada de la plaza, para que no se le vaya a pasar algún amigo a quien pedirle unos pesos, Ramón narra que es el más chico de cuatro hermanos y que no cuenta con su padre ya que desde hace varios años los abandonó.
Pese a las advertencias y limitaciones, el joven con discapacidad estudio en el Centro de Atención Múltiple (CAM 18) en Múzquiz, pero no tenia los recursos y ya no fue y le ofrecieron en el INEA darle clases y ahí se quedó a tomar clases, pero su situación al no poder hablar bien ha venido a complicar sus posibilidades de seguir estudiando.
El sueño de Ramón a corto plazo es tener una bicicleta, hacer mandados y cobrar algunos pesos y así, poder ayudar a su mamá haciendo algo que le divierta y le canse menos. Explicó que anhela ser policía para proteger.
‘‘Ahorita lo que más deseo es una bicicleta, voy a hacer mandados y lo que cobre se lo daré a mi mamá, pero quiero ser policía porque me gusta y quiero detener a muchos ladrones’’, dijo el joven con discapacidad.