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De poco han servido los mensajes para tranquilizar a los inversionistas que ha enviado la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum. Sus llamados chocan con las palabras del Presidente. Ella pide una amplia discusión de la reforma al Poder Judicial de la Federación para que los mexicanos la conozcan. Él dice que “urge” aprobarla, porque ese poder está secuestrado por la delincuencia organizada y la de cuello blanco.

A los mercados no se les escapó el matiz. El dólar estaba ayer a 18.58 pesos, al cierre de esta columna. Veinte centavos más caro que la víspera.

“El problema es el momento en el que estamos: ni ha terminado el periodo de López Obrador ni ha comenzado el de la primera Presidenta de México”, dijo, el lunes, el ministro en retiro, José Ramón Cossío.

El Poder Judicial es el pretexto de la discusión. No es la discusión en sí. El Presidente ha dicho: “Quiero una reforma”, la próxima Presidenta está diciendo lo contrario.

“¿Quién va a mandar después del 1º de octubre? ¿Cómo se va a mandar después de esa fecha? Ése es el meollo del asunto. Yo les sugiero que se serenen. Es algo que no van a poder resolver”, dijo Cossío en un foro sobre división de Poderes que organizó el martes el Colegio de Jóvenes Estudiantes de Derecho y Nuevos Profesionistas de la Suprema Corte.

Hay algo mucho más rescatable en la exposición del ministro en retiro: “Quien piense, y hay mucha gente que lo piensa, que hay personas que tienen un poder de salvación sobre todos nosotros, no les parecerá en absoluto interesante lo que estoy planteando, porque pensarán que entre mayor poder tenga el sujeto destinado a salvarlos, más pronta será la salvación. Yo, como no creo en los redentores, no he visto un solo redentor que haya salvado a nadie”.

* Le preguntamos al ministro Luis María Aguilar, ¿cuál es el principal riesgo de la polémica reforma judicial? Respondió:

“El principal riesgo es que jueces, magistrados y ministros con experiencia y seleccionados por sus conocimientos sean reemplazados por personas que no reúnan las calidades adecuadas, en perjuicio de la justicia constitucional de protección de derechos humanos”.

La misma pregunta se la hicimos al ministro Alberto Pérez Dayán. “Todos los riesgos que imagines”, reviró.

* En la difícil postura que enfrenta, Claudia Sheinbaum ya hasta pidió que se organice una consulta para saber qué opina el pueblo del Poder Judicial. Ejercicio inútil, dinero mal gastado. La decisión se toma arriba y el Presidente ya la tomó.

En su mensaje de ayer a los inversionistas, la virtual Presidenta electa insistió en que los inversionistas no tienen de qué preocuparse. “México —dijo— es un Estado de derecho, es un Estado soberano. Procuramos en la Cuarta Transformación cada vez más justicia en todos los sentidos: justicia social, justicia ambiental, justicia para las mujeres, un sistema de justicia que funcione; entonces, los inversionistas extranjeros y nacionales no tienen de qué preocuparse, sus inversiones están seguras en México en el marco, evidentemente, de nuestras leyes”, indicó.

Y propuso realizar una encuesta para saber la opinión del pueblo sobre el Poder Judicial.

* Trece exgobernadores del PAN, que integran la organización Unidos por México, reconocieron que el mensaje que la población dejó en las urnas el pasado 2 de junio es claro y contundente:

“Nos dijo que no quieren al PAN en la Presidencia de la República ni en la mayoría de los puestos federales y locales que se eligieron ese día. La votación que tuvimos muestra una franca tendencia declinante y constante a la baja. Al PAN nos gritó fuerte: cambias o te vas”.

Los autocríticos exgobernadores coinciden en que Acción Nacional debe vivir con autenticidad sus principios fundamentales sintetizados en el bien común, ejercer con honestidad las responsabilidades públicas, actualizar el proyecto del partido a las realidades del siglo XXI, priorizando la seguridad, la superación de la pobreza y el logro de la equidad social.

Y le exigen a la dirigencia nacional no adelantar el proceso de sucesión de la presidencia del partido con acuerdos concertados con los “padroneros” —o “caciques azules”— que tanto daño le han hecho al partido.

Pero también abrir de inmediato el PAN a la ciudadanía que no milita en el partido, pero que lo apoya, para que éste asuma el liderazgo que le corresponde en la agenda que tienen frente a sí: luchar contra la “dictadura” que Morena quiere para México y preservar el ámbito de libertades que garantiza la Constitución.

Los 13 exgobernadores son Francisco Ramírez Acuña, Marco Adame, Francisco Barrio, Alberto Cárdenas, Fernando Canales, Marcelo de los Santos, Héctor López Santillana, Ignacio Loyola, Carlos Medina, José Guadalupe Osuna, Patricio Patrón Laviada, Juan Carlos Romero Hicks y Ernesto Ruffo.

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