Home OPINIÓN OPINION

OPINION

0
0

Nunca antes la administración de Joe Biden intervino de manera tan directa en la vida política interna del país.

Si bien en medio de la inacabada pataleta de su principal inquilino y el irracional embate contra la sociedad que desde Palacio se enderezó tras la multitudinaria marcha que en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) realizaron cientos de miles de ciudadanos el pasado domingo a muchos pasó desapercibido, lo cierto es que el claridoso y preocupante mensaje que con tal motivo emitiera el gobierno estadounidense mantiene en “alerta máxima”, y no sin razón, a Andrés Manuel López Obrador y los suyos…

Claridosa y preocupante llamada de atención, a decir de fuentes que  operan al más alto nivel del lópezobradorismo porque si bien en verdad que el Departamento de Estado, que encabeza Antony Blinken, nunca se refirió a autoridades de la fallida 4T cuando explicitó tener información y dar puntual seguimiento a la puja que por mantener intocada la autonomía del “árbitro electoral” libra la sociedad mexicana, también lo es que ni falta hacía cuando, de manera explícita, su vocero Vedant Patel estableció que para Estados Unidos “instituciones independientes (como el Instituto), libres de influencia política (y/o) partidista son una piedra angular de la democracia”.

Tales instituciones, agregó en un claro intento por evitar una lectura inapropiada o equívoca del mensaje dado a conocer en la sede misma de la segunda oficina más importante de Washington, “aseguran que todas las voces sean escuchadas y son fundamentales en cuanto proceso democrático se realice” en uno u otro país. Son el fundamento de la democracia.

Nunca hasta el pasado miércoles, vale destacar, la administración del demócrata Joe Biden intervino de manera tan directa en la vida política interna del país y ello, como es obvio suponer, generó inquietud y toda suerte de especulaciones al interior de la administración sexenal que, huelga decir, un día y otro igualmente parece querer poner distancia frente a las más “tradicionales” democracias del orbe, la Casa Blanca entre ellas, a través de la adopción e impulso de políticas populistas, de corte neosocialista, orientadas a restringir el libre ejercicio de libertades y derechos por parte de ciudadanos e instituciones específicas.

No deberá pasar mucho tiempo pues –el 29, en el marco de la “marcha del desagravio” podría ser una buena fecha– antes que el tabasqueño, al igual que lo hace cada vez que desde el exterior se cuestionan o critican decisiones de él o su gobierno, adelante un posicionamiento y califique el explícito apoyo estadunidense a la autoridad electoral nacional como un acto de “abierta violación de la soberanía” nacional.

El asunto no es en forma alguna intrascendente y ello, como es obvio suponer, hace prever consecuencias graves e indeseadas si no se aborda de manera adecuada, teniendo en mente el beneficio de la sociedad entera… y no sólo una personalísima postura ideológica.

* Ante la práctica ausencia de autoridades –estatales o federales– decenas de miles de paseantes, por segundo día consecurtivo, vieron bloqueada su circulación sobre la autopista México-Cuernavaca, por un plantón de maestros guerrerenses. Total desgobierno pues…

 

Veámonos mañana, con otro asunto De naturaleza política.

DEJE SU COMENTARIO

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *