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Imagine usted que el presidente L?pez Obrador al visitar el municipio de Xochistlahuaca en Guerrero pregunta a los ind?genas si han recibido beneficios por el ISR. Despu?s de la traducci?n de la pregunta presidencial? al amuzgo, responden que no saben qu? es el ISR. El Presidente decide que es prueba suficiente de su inutilidad y? desaparece ese impuesto.? S?, exagero pero no mucho: eso fue lo que sucedi? en el peque?o municipio de Guadalupe y Calvo, situado en la sierra chihuahuense, habitado? por mayor?a ind?gena. En alguna visita, el Presidente pregunt? sobre los recursos del Fondo Minero, respondieron que no? lo conoc?an y ?se fue el pretexto para desaparecerlo.

En M?xico, la creaci?n del? Fondo para el Desarrollo Regional Sustentable de Estados y Municipios Mineros, conocido como Fondo Minero, fue relativamente tard?a,? si se compara con la experiencia de otros pa?ses con actividad minera importante como Australia y Chile.

Despu?s de muchos intentos frustrados gracias al cabildeo de las compa??as mineras,? por fin se aprob? en el Congreso de la Uni?n? en octubre de 2013 e impuso un derecho especial de 7.5% sobre los ingresos menos impuestos? de las compa??as mineras.

Las cifras hablan por s? mismas sobre lo relevante de estos recursos. El primer Fondo en 2014 fue de 2 mil 90 millones de pesos. Para 2018, el monto total del Fondo creci? a? 4 mil 500 millones de pesos. En M?xico, 27 estados tienen actividad minera. En 2017, el estado que menos recibi? recursos? fue Campeche, con 355 mil pesos, y el que m?s recibi? fue Sonora, con $1,104 millones; Yucat?n recibi? 927 millones, Zacatecas $718 millones , Guerrero, $148 millones, Oaxaca, $74 millones y Chihuahua, $453 millones.

En su dise?o original, el Fondo se reparte mayoritariamente a los municipios, despu?s a las entidades federativas y muy minoritariamente a la Federaci?n. Fue una reforma progresiva con fuerte esp?ritu federalista y municipalista. La iniciativa reconoc?a la importancia de la miner?a para la obtenci?n de insumos irreemplazables para la industria, pero al mismo tiempo subrayaba que se trata de recursos no renovables y por tanto con el peligro de abandonar a una regi?n una vez que la extracci?n de estos deje de ser rentable. Reconoc?a? tambi?n el alto impacto ambiental negativo de la mayor?a de las actividades mineras. Los recursos del Fondo Minero deber?an compensar da?os ambientales, mejorar la infraestructura y preparar a la regi?n para no depender de esa sola actividad.

Concebido originalmente para obras de infraestructura que moderen el impacto social y ambiental de la actividad minera en estados y municipios, el Paquete Econ?mico de 2019 violent? la reforma a la Ley de Derechos de 2013 y destin? los recursos del Fondo? a un programa de tandas, sin reglas de operaci?n ni? evaluaci?n alguna. Para 2020, la Ley de Ingresos quita a estados y municipios cualquier potestad sobre esos recursos y los dirige a la reconstrucci?n de escuelas. Tapar el hoyo de los recortes educativos con los recursos a los pueblos mineros ni resuelve el problema de la mejora de escuelas y menos compensa las carencias espec?ficas de las regiones mineras.
En la pr?ctica, la Ley de Ingresos de 2020,? plantea que la Federaci?n sabe m?s sobre qu? necesitan los pobladores de Mezcala, en? Guerrero, o Cananea, en Sonora, o el muncipio de Ascensi?n, en Chihuahua. Es pura arrogancia centralista.

En febrero de 2019, el? gobernador de Chihuahua, Javier Corral, junto con varios presidentes municipales de Chihuahua y? Sonora, presentaron? ante la Suprema Corte de Justicia de la Naci?n, SCJN, una controversia constitucional contra la reforma de 2018? a la Ley de Derechos que en la pr?ctica desvi? los recursos del Fondo para los fines que m?s le plazcan a la Federaci?n.? La semana pasada, los gobernadores de Sonora, Chihuahua, Zacatecas, Guerrero y Durango enviaron una carta al presidente L?pez Obrador urgi?ndolo a restituir el Fondo Minero.
La decisi?n de utilizar los recursos para la reconstrucci?n de escuelas es un lobo vestido con piel de oveja: es un ataque al federalismo y a los estados y municipios con fuerte actividad minera. El ataque con gas lacrim?geno ?org?nico? a los presidentes municipales que demandan m?s recursos dice m?s que mil discursos a favor de lo local.

 

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