
Ley de Seguridad Pública divide a la oposición; PAN da voto de confianza y PRI acusa imposición
Por/Factor
Las modificaciones a la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad presentadas esta madrugada en la Cámara de Diputados fueron rechazadas por el PRI que las calificó de “albazo legislativo”, mientras el PAN y MC adelantaron su respaldo, aclarando que serán vigilante. La discusión del dictamen que se aprobó en comisiones en marzo pasado y la adenda que horas atrás se publicó en la Gaceta Parlamentaria de San Lázaro dividió a la oposición, después de que este martes fue en bloque en contra del nuevo régimen de la Guardia Nacional.
Fue el diputado César Damián Retes quien anunció el respaldo del PAN en tribuna: “En este dictamen damos un voto de confianza, porque no vamos a regatearle al gobierno algo que es en beneficio de las familias”. En seguida agregó el panista que no se trata de un cheque en blanco. “Estaremos atentos, vigilantes y esperando los resultados, porque ya son siete años de gobierno de Morena”. El panista envió entonces un mensaje al secretario de Seguridad, Omar García Harfuch: “Si después de esta reforma no dan resultados, una de dos, o son incompetentes o están coludidos con la delincuencia organizada, porque hemos hablado en esta tribuna de los narco gobiernos, de eso sufrimos en Baja California”.
En voz de los diputados Gibrán Ramírez y Claudia Ruiz Massieu se destacó que la adenda de 271 páginas de esa ley que establece las nuevas bases de la coordinación en seguridad elimina el Registro Nacional de Usuarios de Líneas Telefónicas, un ajuste que la oposición venía impulsando desde que la presidenta Claudia Sheinbaum envío en febrero la iniciativa. “El registro era inconstitucional y violatorio de derechos. Suena muy bien, pero es una modificación engañosa, porque se elimina el Registro, pero se mantiene la concentración de información en la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones”, comentó Ramírez. No obstante, en voz del vicecoordinador Juan Zavala, la bancada naranja adelantó su voto en favor.
El coordinador de la diputación del PRI, Rubén Moreira, sin embargo, fue el primero en entrevista de prensa informó que no estaban dispuestos a legislar al vapor. “Es un Big Brother, Orwelliano y goebbeliano. Nosotros vamos a votar en contra: creo que vamos a terminar en los tribunales internacionales, porque aquí la justicia se acabó hace rato”, lamentó el líder parlamentario opositor. En tribuna, al fijar postura en nombre del grupo priista, Alejandro Domínguez calificó como especialmente grave que, con las modificaciones de la adenda, se hubiera eliminado el párrafo en el que advierte que la seguridad pública es de carácter civil.
“Más grave es el poder casi absoluto y magnánimo que le dan al Consejo Nacional de Seguridad Pública, pues no solo articula la política de seguridad, sino que también puede someter a las entidades federativas a su poder absoluto”. Se refirió así a una reserva incluida en el nuevo dictamen, en la fracción VIII del artículo 18, y la cual faculta a ese Consejo a suspender la entrega de las aportaciones federales a los gobiernos estatales y municipales cuando estos no cumplan con sus acuerdos.
El diputado Domínguez llamó a los representantes de Morena, PT y PVEM “a que le echen cabeza a este gran país y no lo pongan de rodillas con este entuerto de dictamen”. Una vez que se apruebe la Ley de Seguridad Pública, el pleno de diputados abordará la de inteligencia que ha sido llamada Ley Espía o la ley del Big Brother del Bienestar.