Por/ Factor
ESTADOS UNIDOS.- Julian Ryan, de 27 años y padre de dos niños, perdió la vida durante las severas inundaciones en Ingram, condado de Kerr. Mientras el agua del río Guadalupe irrumpía en su casa rodante en las primeras horas del 4 de julio, Ryan tomó una decisión que le costaría todo:
Con agua ya hasta la cintura, rompió una ventana con el puño para crear una salida de emergencia, priorizando la vida de su madre, su prometida y sus hijos de 6 años y 13 meses. Durante ese acto, sufrió una cortadura tan profunda que seccionó una arteria en su brazo.
En medio de la tormenta y con el agua subiéndole rápidamente, Ryan llamó al 911, pero el rescate no llegó a tiempo. Antes de morir, sus últimas palabras fueron:
“Lo siento, no voy a sobrevivir. Los amo”, les dijo mientras el agua los rodeaba.
Al amanecer, su cuerpo fue recuperado tras el descenso del caudal, mientras la región enfrentaba una de sus peores catástrofes: más de 90 personas sin vida, incluyendo al menos 21 menores.
