POR: JUAN DE DIOS JASSO AREVALO
El Regreso de los Muertos Vivientes
México es experto para traer a los muertos del más allá, pero igual
enviarlos a ese mismo sitio. Con el paso del tiempo nos hemos vuelto tan
duchos en eliminar a nuestro prójimo que con mucho orgullo nos hemos ido
colocando en uno de los primeros países en tener más asesinatos por día. Los
sobrevivientes y colaboradores de esas masacres nos hemos vuelto tan
indolentes que bien podemos ver un secuestro a un lado de nuestra casa, a la
vecina ser golpeada salvajemente por su esposo, a la jovencita ser levantada
por un auto misterioso o cualquier otra cosa relacionada y no hacer nada. No
hacemos nada sencillamente porque no nos incumbe, no es algo que me afecte
directamente y por ello y simplemente por eso, nos convertimos en simples
espectadores de la criminalidad tan en boga en nuestro tiempo. Ser participe o
coparticipe de un atropello que implique violencia y muerte se ha convertido
hoy en día es todo un suceso. Volverte viral en redes vale mucho más que
salvar a alguien, es más monetizado exhibir un crimen, un acto de violencia o
cualquier otra aberración que ser parte de un alto a lo que sucede, las redes
sociales se han convertido en un dulce placer tan adictivo que podemos dejar
cualquier cosa, menos el vicio de ser parte de la virtualidad.
No hace mucho me escandalizó un video que en menos de quince
minutos fuera retirado sabiamente por quienes cuidan que Facebook y
Youtube se mantengan alejados de cosas miserables. Un tipo se había grabado
secuestrando el perro indeseable de su vecino, ese que le ladraba a cada día al
volver a su trabajo, que molestaba a sus hijos mordiéndole las pantorrillas o
que simplemente a media noche, cuando el debería estar descansando para
volver muy de mañana al trabajo, no lo dejaba pegar la pestaña por sus
terribles ladridos. Lo había llevado en la primera oportunidad aun cerro
cercano al pueblo y sin más ni más lo había encomendado a dios
crucificándolo sin piedad en un par de palos. El desventurado animal murió a
causa de lo terrible del abuso, y el hombre que jamás se supo quién era ni en
qué lugar habían sido los hechos, quedó y sigue siendo libre en un país en el
que estamos muy lejos de ser castigados como debiéramos por el abuso y
criminalidad contra los animales domésticos.
El ojo mundial siempre ha estado sobre México al llegar el mes de
noviembre. Nuestras tradiciones son tan ancestrales y maravillosas que
muchos países del orbe ya quisieran tener esa pasión tan nuestra por vivirlas y
disfrutarlas al máximo. México ha sido sanguinario desde tiempos
inmemorables. Nadie desconoce que a la llegada de los españoles a territorio
americano, los diversos pueblos mesoamericanos tenían por costumbre el
sacrificio humano a los dioses. Unos eran más sangrientos que otros. Entre los
más terribles estaban los aztecas, que no medían cantidades de sacrificios
humanos con tal de tener satisfecho al dios que según sus costumbres exigía
más y más sangre.
La fusión de la cultura española y la americana hizo que todo se cociera
en un mismo crisol cultural causando que al día de hoy el colorido sea tan
fantástico y atrayente al turista. Nuestro país está lleno de tantas tradiciones
que un turista podría pararse en Tijuana o en Mérida y podría encontrar cosas
colosales y maravillosas. Somos un país tan vasto en cuestión cultural que a
pesar de la terrible inseguridad que se vive en él, el turismo sigue fluyendo.
Ahora que corre el año 2022 y las fiestas de Día de Muertos ha pintado a
todo el territorio nacional de un color anaranjado y el aire de la voz de
Chabela Vargas cantando “Llorona”, el ojo internacional vuelve a ponerse
sobre nosotros, los expertos criminales del pasado y del presente. Mientras
que por un lado los cementerios están llenos de flores, comida, bailes
folclóricos, personas imitando catrines y catrinas y mucha, pero mucha fiesta,
por otro lado, el mundo realista de nuestra serie televisiva, recauda más y más
y cuerpos que han sido víctimas de la criminalidad imperante en nuestro
México, pero no nos escandaliza por que ya es normal, ya es cosa que debe
pasar porque vivimos en un país lleno de corruptelas y muchas telenovelas.
Digo telenovelas porque aquí celebramos la heroicidad de la Reyna del Sur, de
un Malverde que convertimos en santo y ¿por qué no? De un pirata de
Culiacán al que le dábamos muchos likes por divertirnos al mostrarnos lo
sencillo que es ser un vicioso.
México es experto para traer a los muertos del más allá, pero igual
enviarlos a ese mismo sitio, y por ello todo mundo ve a México como un
punto aparte en un universo. Hay países que han lanzado advertencias para
que no nos visiten y eso es lo más vergonzoso para un país tan hermoso como
el nuestro.
Es el mes de noviembre, el mes en el que los muertos vuelven a casa,
pero igual de aquellos que fueron asesinados, los muertos vivientes que se
fueron y que jamás volverán a nuestras vidas, que nos fueron arrebatados de la
manera más brutal y que siendo criminales o no criminales, fueron violentados
hasta convertirse en una cruda estadística que llevaremos por siempre sobre
nuestras almas. Adieu.