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ESTADOS UNIDOS.- La mitad de la temporada 2025 de Fórmula 1 está en marcha, pero los equipos ya tienen puesta la mirada en el futuro inmediato: la temporada 2026, que marcará el inicio de un nuevo ciclo técnico con un reglamento profundamente renovado. Este cambio está enfocado en avanzar hacia una Fórmula 1 más sostenible, con mayor protagonismo para la tecnología híbrida y una reducción significativa del impacto ambiental.
El cambio más relevante para 2026 es la transición a unidades de potencia híbridas donde, por primera vez, la energía eléctrica deberá igualar en importancia a la térmica. Esto implica que aproximadamente la mitad de la energía provendrá de un componente eléctrico, frente al motor de combustión interna tradicional, una revolución tecnológica que promete cambiar el ADN de los monoplazas.
Desafíos técnicos y preocupaciones de la FIA y los equiposSin embargo, el desarrollo de estos nuevos motores eléctricos no está exento de complicaciones. Uno de los mayores temores tanto de la FIA como de los fabricantes es la eliminación del MGU-H (Unidad de Motor Generador de Calor), que hasta ahora ha sido crucial para la recuperación de energía durante la carrera. Esta unidad solía transferir energía térmica residual hacia la MGU-K (Unidad de Motor Generador Cinética), pero su desaparición para 2026 genera incertidumbre.
El riesgo principal es que, en ciertas fases de la vuelta, los coches puedan quedar limitados únicamente al motor térmico, especialmente en tramos de baja regeneración de energía. Además, se teme que los pilotos puedan verse obligados a adoptar técnicas extremas para recuperar carga eléctrica, lo que podría afectar la estrategia y la seguridad en pista.
Para hacer frente a estos desafíos, la FIA ha introducido nuevas regulaciones que afectan tanto al diseño del chasis como a la gestión de la energía híbrida. Estas incluyen límites estrictos sobre cuándo y cómo se puede recuperar y liberar energía, buscando un equilibrio entre competitividad y fiabilidad.
Cambios clave en el reglamento para 2026
Uno de los ajustes más destacados es la reducción progresiva de la potencia eléctrica a partir de una velocidad umbral, fijada en 345 km/h. Esto significa que, por encima de esta velocidad, la contribución eléctrica se irá disminuyendo hasta desaparecer por completo. Este mecanismo está diseñado para evitar que los coches alcancen velocidades extremas impulsadas solo por la parte eléctrica, especialmente en las rectas más largas.
Sin embargo, en situaciones específicas, como los adelantamientos, se activará un modo override que elevará este límite a 355 km/h, permitiendo a los pilotos disponer de un extra de potencia eléctrica para maniobras ofensivas, pero de forma controlada.
Otro cambio importante se refiere a la cantidad máxima de energía que se podrá recuperar por vuelta. Inicialmente, la FIA había establecido un tope de 8.5 megajulios (MJ), pero tras la última reunión del Consejo Mundial en junio, se decidió que en ciertos circuitos con características particulares este límite se reducirá a 5 MJ. Este ajuste busca equilibrar el rendimiento en diferentes tipos de pistas y garantizar la igualdad de condiciones.
Impacto en la conducción y la aerodinámica
Estas novedades también tendrán consecuencias en el estilo de conducción y en el diseño de los coches. La necesidad de optimizar la gestión de la batería llevará a los pilotos a adoptar técnicas más estratégicas, como soltar antes el acelerador en las curvas para maximizar la recuperación de energía.
Además, la mayor carga aerodinámica que se espera para los coches de 2026, diseñada para mejorar el rendimiento en curvas, también influirá en los tiempos por vuelta. Aunque reducirá la velocidad en los giros, potenciará la importancia de la contribución eléctrica en las rectas, haciendo que la eficiencia energética sea clave para el éxito en pista.
En resumen, la temporada 2026 de Fórmula 1 promete ser un punto de inflexión, donde la tecnología híbrida y las nuevas regulaciones marcarán el ritmo de la competencia. La FIA y los equipos trabajan de la mano para superar los retos técnicos, en busca de un equilibrio entre espectáculo, innovación y sostenibilidad ambiental.