Hace unos días el Señor Presidente comentó que ante el vencimiento del periodo legal, aquí no aplica extensión, del Gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, propondrá para sustituirlo a una persona que sea partidario de la economía moral. Por su puesto sus comentarios fueron acompañados de una serie de descalificaciones contra este organismo.
El objetivo principal del Banco de México es la “de preservar el valor de la moneda nacional a lo largo del tiempo y, de esta forma, contribuir a mejorar el bienestar económico de los mexicanos”, es decir evitar altas tasas de inflación, incrementos altos en los precios que provoacarían una serie de fenomenos económicos desalentadores para la economía mexica y para el bolsillo de los mexicanos.
La economía mexicana ha mantenido inflaciones de un dígito desde hace poco más de 20 años y una parte fundamental de este hecho es la autonomía con la cual cuenta y se le ha respetado al Banco de México, que es la institución mexicana encargada de aplicar políticas monetarias, como el establecer la cantidad de dinero que debe de existir en el mercado. Pero esa acción no es nada sencilla y por increíble que parezca juega un papel demasiado importante en nuestras vidas, si el banco de México llegará a inundar de pesos a la economía el valor que representa nuestra moneda se derrumbaría, provocando un aumento en los precios.
La molestia del Señor Presidente fue que durante este año no se le han entregado al gobierno federal vía SHCP los remanentes de BANXICO, estos remanentes son utilidades, no obtenidas siempre, por el manejo de las reservas económicas del país, es importante señalar que en los últimos 17 años Banxico sólo le ha entregado remanentes al Gobierno Federal en 7.
El Señor Presidente ya alistó sus fusiles para atacar a otro organismo, señaló bajo su óptica que las cosas están realizándose de manera equivocada, ya inventó términos que no existen en economía, como economía moral, sólo con el fin de mostrar su “necrofilia ideológica”. Por supuesto que su propuesta para la renovación de la gubernatura del Banco de México será una persona cercana a él, y quien tal vez no tenga la menor idea de economía, de finanzas o de política monetaria, pero sí de sumisión y de obediencia al poder ejecutivo.
Sólo es necesario observar que los diez países con mayor inflación, dos son latinoamericanos y en estos no existe una “real” autonomía del banco central respecto al poder ejecutivo, bueno de hecho los otros ochos países pertenecen al continente africano y en estos tampoco existe tal autonomía.