Home COAHUILA CARBONÍFERA Kithzia ¡sueña en grande! Tenacidad, perseverancia y un gran corazón
Kithzia ¡sueña en grande! Tenacidad, perseverancia y un gran corazón

Kithzia ¡sueña en grande! Tenacidad, perseverancia y un gran corazón

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Por: Cristina Flores Cepeda

Sabinas, Coah.- De talla pequeña sí, pero con ilusiones, sueños y anhelos que van hasta el infinito y más allá porque las limitaciones son para aquellos que no saben de grandeza y Kithzia es de los seres que envían sueños, ilusiones y anhelos al polvo del universo con tanta intensidad que  adornan las alas de varias mariposas. Platicar con ella es una catarsis y, ligera, te muestra el sentido de su existencia: quiere llenar de orgullo a sus padres, cumplir varias metas –entre ellas ser una famosa diseñadora de modas- y ser ejemplo de vida para quienes tienen su misma condición: acondroplasia.

Hija de Jesús Hernández y Adriana Rosales, es la segunda de tres hermanos y reconoce que todos son distintos entre sí, pero se quieren mucho. Se describe como una niña muy sonriente y que no le importa lo que digan de ella, porque  quiere seguir adelante. Tiene doce años y unos ojos brillantes que te atrapan. Tan pronto me senté frente a ella volteó a verme y supe que sería una entrevista maravillosa. Así fue. Sus manos y vista volvieron al celular donde coloreaba una imagen; no es fácil saber que te van a entrevistar y menos para una adolescente, así que empecé a platicar con ella, de sus gustos, sus amigos y hermanos. La cambie de lugar porque estaba a “contraluz”; ella bajó de la silla en que estaba y ocupó el sitio que le dije, sí estaba nerviosa movía constantemente sus manos pero poco a poco se relajó y fluyó.

Dice que no la han hecho sentir mal con algún comentario y con sus amigos de confianza se lleva y hacen algunas bromas. Le gusta dibujar, cantar y bailar, pero prefiere hacerlo sola, sin público, le gusta hacer tik tok, pero sin que nadie la vea en físico, aunque sabe que después la ven, “pero es después”.

Como la mayoría de los adolescentes baila reguetón y la música le gusta toda,  a veces también las rancheras. Monta a caballo, viste botas y sombrero, aunque no muy seguido, prefiere otro tipo de vestimenta y desde ahorita ya les hace ajustes a las prendas de vestir para que le queden como a ella le gustan. Cursa segundo de secundaria y sus materias preferidas son arte y música en el colegio “Antonio Plancarte y Labastida” donde también llevó la escuela primaria, así que está acostumbrada a convivir con sus compañeros; “me siento bien, como una niña normal, sin una condición”.

Su mamá le ha procurado convivencia con otras personas de talla baja y conoce a muchos que son de esta Región Carbonífera y de otras partes del estado de Coahuila, del País y del extranjero. Sabe que no es la única y asegura que, con ellos, con las personas de su misma condición, se siente muy bien.

Piensa estudiar diseño de moda; le gustaría diseñar para gente de todos los tamaños, pero principalmente para personas de talla baja “porque es difícil encontrar prendas de vestir para nuestro tamaño”. Ya se maquilla un poco, disfruta la combinación de colores y el labial.

Hizo un llamado a quienes se les quedan viendo a su paso, “me gustaría que me vieran de otra forma, porque no nos gusta que nos vean diferente; que entendieran que la acondroplasia es una condición, no una enfermedad”.

Su misma condición la lleva a enfermar con frecuencia de los bronquios por eso debe cuidarse mucho con los cambios de clima, no andar descalza, abrigarse debidamente en tiempo de invierno.

Su entorno no está preparado para ella pero en casa hay banquitos los cuales utiliza para alcanzar algunas cosas,  pero hay sitios donde definitivamente tiene que pedir ayuda. “En mi casa las escaleras son muy grandes y sí batallo un poco”. Llega el momento en que nos habla de su sueño: convertirse en una diseñadora famosa y reconocida y ser un ejemplo para los niños de talla baja, para que ellos vean que no hay imposibles, que todo se puede lograr”.

Hoy domingo 25 de octubre es el día nacional de las personas de talla baja y a través de clases virtuales en el colegio donde estudia, la apoyan al vestir una blusa en color verde, así como una manita en fomi, pero más allá de eso,  a Kithzia le gustaría mucho que se unieran más personas para que supieran qué es la acondroplasia, “que la gente se dé cuenta que aunque nos vemos diferentes somos iguales”. Su mensaje hacia los niños es que nunca se rindan y, a los padres que tienen hijos en la misma condición, les invitó a ser ejemplo porque su lucha es mayor al resto de los padres.

Mientras continúa su desarrollo,  mantiene vivas sus ilusiones, sabe que la esperanza existe y que un día, no muy lejano, esas mariposas que han tejido sus alas con todos los sueños y anhelos, se posaran en ella para hacerlos realidad. Gracias Kithzia por darme una hermosa lección de vida, no caer, resistir y persistir.

 

 

 

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