
Juan Diego Osornio Guajardo recorre con su obra distintas Casas de la Cultura
Por: Cristina Flores Cepeda
Sabinas, Coahuila. – Con una exposición que incluye desde pinturas objeto de barro, esculturas, trabajos hechos en madera, etcétera, Juan Diego Osornio Guajardo, del municipio de Juárez, recorre diferentes espacios culturales para exponer lo que él sabe hacer y lo mismo se ha desplazado a la Región Centro que a Sabinas. “Yo voy a donde me inviten porque me gusta que las familias vean lo que hago y muchos se quedan sorprendidos por esta habilidad que Dios me dio”.
Dijo que tiene cabezas de venado con cornamenta natural que han sido muy apreciadas, así como cabezas de caballo esculpidas en madera de sabinos; son obras apreciadas, que adquieren las personas que las miran y me gusta que me inviten a exponer en las Casa de la Cultura como recientemente ocurrió en el Centro Cultural Lily y Edilberto Montemayor, donde el licenciado Gerardo García Ayala, fue el enlace para ese acercamiento y estudiantes de diferentes instituciones educativas estuvieron presentes, todos los muchachos estaban fascinados.
De igual forma hace pinturas, cuadros al óleo en diferentes tamaños. Dice Don Juan Diego que la exposición reciente le dejó muchas satisfacciones al ver la manera en que les gustaba a los estudiantes sus trabajos. “Desde 1970 empecé a hacer oleos, antes dibujaba, eso era mi arte; ahorita ya tengo más de 190 cuadros, hemos expuso en la Casa de la Cultura en Sabinas, en Juárez que es donde yo vivo también y en Monclova. A donde me inviten yo voy”.
Dijo que esta inquietud le nació cuando era niño, porque no había regalos, nada; debía hacer sus juguetes y los fabricaba en barro. Así empecé, anteriormente solo hacía esculturas en barro, me críe en un rancho y me enfoqué a fabricar caballos, toros, me gustaban, de diferentes tipos y razas. Tengo muchos y quien esté interesado en cualquiera de estas obras están a la venta, a su disposición.
Mencionó que luego durante la pandemia empezó a hacer paisajes. Esta pintura al óleo tarda tres días en secar, pero luego ya no les pasa nada. “Según el tamaño es el precio. Así me la paso, es una terapia que uno disfruta, soy carpintero ebanista. Las cabezas de caballo y venado son de las que más éxito tienen en estos momentos”.