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CIUDAD DE MÉXICO.- Kurt Landauer es recordado como el presidente más importante de la historia del club bávaro. Antes del mito, fue una víctima del nazismo.
Cuando entró en el campo de concentración de Dachau le quitaron hasta el nombre. Kurt Landauer pasó a ser el prisionero número 20.009. El terror nazi señaló a una figura clave en los primeros pasos del Bayern de Múnich. El único pecado de Landauer, como el de tantos otros, era ser judío. Su historia predica el amor a unos colores, la capacidad de superación en situaciones extremas y el talante modernista en la administración de un club. Landauer salió vivo de la barbarie del nazismo y lideró como presidente el crecimiento del Bayern. Fue un visionario. Durante mucho tiempo sus méritos nunca fueron publicitados, en medio de los años de oscurantismo y silencio general que atravesó Alemania tras lo acontecido en el Tercer Reich. Por suerte ya nadie duda en alabar su legado y en reivindicar la herencia judía del Bayern. «Es el padre moderno del club», sostiene hoy Rummenigge. Su vida tiene que ser conocida. El Bayern no sería lo que es hoy sin su contribución.
Kurt Landauer, el símbolo del Bayern
Su vida atravesó dos guerras mundiales y la barbarie del nazismo, el exilio y la dolorosa pérdida familiar. Y aun así, Kurt Landauer sobrevivió para sentar los pilares de uno de los clubes más emblemáticos y poderosos del fútbol mundial.
1884
El 28 de julio de 1884, en el seno de una próspera familia de comerciantes judíos que vivía en la villa de Planegg, a unos kilómetros al sur de Múnich, en Baviera, nació Kurt Landauer.
1893
Cuando el pequeño Kurt tenía menos de diez años, once exjugadores del MTV Múnich se reunieron en la posada Bäckerhöfl y, unos días después, el 27 de febrero, fundaron el FC Bayern.
1901
Landauer se había enamorado del nuevo club bávaro y a los 17 años recaló como portero en el filial. Pero su carrera sería corta pues su padre lo envió a Suiza a formarse académicamente.
1913
Cuando regresó no había olvidado al Bayern. Y era tanta su pasión por él que, a la edad de 29 años, se convirtió en el octavo presidente en la historia del club e inició así el primero de sus mandatos. Su pasión y objetivo eran organizarlo y convertirlo en un club moderno.
1914
Pero su primera etapa como presidente se vio interrumpida tan solo un año después. Había estallado la Primera Guerra Mundial y fue reclutado por el entonces ejército imperial alemán.
1919
Al acabar la guerra, Landauer reasumió su cargo y se lanzó de lleno a lo que el conflicto había postergado. Impulsó el profesionalismo y fue el responsable de los primeros éxitos
deportivos del club.
1932
El 12 de junio de 1932 Kurt Landauer vería los primeros frutos de su pasión. El Bayern vencía al Eintracht Frankfurt por 2-0 y ganaba el campeonato alemán. Su primer título. Fue una
verdadera fiesta. Pero un año después los héroes se convertirían en “enemigos del pueblo”.
1933
Los nazis habían llegado al poder y el presidente, el entrenador y nueve futbolistas que eran judíos tuvieron que abandonar el club. El 22 de marzo, Landauer se vio obligado a dejar no solo su cargo, sino todos los puestos directivos debido a las leyes de exclusión laboral.
1938
Entre el 9 y el 10 de noviembre de 1938, más de 250 sinagogas fueron quemadas en dos días, cerca de 7.000 comercios judíos fueron saqueados, docenas de judíos asesinados y cementerios, hospitales, escuelas y hogares fueron arrasados mientras la policía y los bomberos se mantenía al margen. Fue ‘La noche de los cristales rotos’.
Al día siguiente, la mañana del 11 de noviembre, Kurt Landauer fue apresado y enviado al campo de concentración de Dachau. El presidente del Bayern pasó a ser conocido como el prisionero número 20009.
Dachau fue un infierno en la tierra. Fue el primer campo de concentración nazi abierto. Estaba a 13 km al noroeste de Múnich. Funcionó hasta 1945 cuando fue liberado. Más de 200.000 personas fueron internadas y más de 41.000 fueron asesinadas.
Landauer resultó liberado después de 33 días al comprobarse que había combatido en la I Guerra Mundial al servicio del imperio alemán. Según los registros del club, el Bayern perdió a 56 de sus miembros en el campo de batalla y a siete asesinados por los nazis por sus diferencias raciales.
1939
Landauer huyó de Alemania y se exilió en Lausana durante ocho años. De sus cinco hermanos solo sobreviviría Henny. Se había ido a Palestina. Paul, Franz y Leo murieron en campos de concentración y su hermana Gabriele desapareció después de su deportación.
1943
Mientras estaba en Ginebra presenció un amistoso entre el Bayern y la selección suiza. Los jugadores del club alemán lo reconocieron y fueron a la grada para saludarlo, pero las amenazas de los miembros de la Gestapo los apartaron. Estaban saludando a un judío.
1947
Finalizada la guerra, Landauer volvió a Múnich y la directiva del Bayern le convenció para que reasumiera la presidencia. Tenía 63 años. Ayudó a reconstruir el estadio destruido y entregó su propio dinero, la cantidad que había recibido como perseguido por los nazis para ayudar a que el club, quebrado, se recuperara.
1961
Permaneció al frente hasta 1951 cuando finalizó su mandato. Fue el último de los cuatro en los que presidió el Bayern. Falleció el 21 de diciembre en el hospital Schwabing de Múnich, a los 77 años.
El hallazgo
El 7 de noviembre de 2017, se realizó una lectura pública de un total de 34 cartas y 77 páginas autobiográficas que no habían sido publicadas y que Kurt Landauer y Maria Baumann se escribieron mientras él estaba en el exilio. Fueron encontradas por el archivero del Bayern Andreas Wittner, y el club las cedió a la familia y al Museo Judío de Múnich.
Landauer dejó su exilio para regresar al gran amor de su vida: Maria Baumann, la que fuera ama de llaves de su familia. Su relación se interrumpió cuando los nazis llegaron al poder y aprobaron las Leyes Raciales de Núremberg en 1935. Kurt temió por María ya que esta era “aria” y se consideraba una deshonra racial tener una relación con una familia judía. Se casaron en 1955 y estuvieron juntos seis años hasta la muerte de Landauer en 1961.
El Bayern Múnich ha ganado 31 Ligas, 20 Copas, 6 Copas de la Liga y 10 Supercopas de Alemania. A nivel europeo y mundial, ha conquistado 6 Copas de Europas, 2 Copas Intercontinentales, 2 Mundiales de Clubes, 1 Copa de la UEFA, 1 Recopa y 2 Supercopas de Europa. Actualmente es el club más laureado de Alemania y uno de los más grandes del mundo.