El Presidente amenaza a jueces y magistrados con revelar asuntos, secretos o sus gastos suntuosos.
El Presidente amenaza a jueces y magistrados con revelar asuntos, secretos o sus gastos suntuosos.
…Y puedo cambiarte el nombre/ pero no cambio la historia/ Te llames como te llames/ para mí…
Y para muchos mexicanos la historia es la misma: inseguridad, violencia, desempleo, pobreza, carencias en los sistemas educativo y de salud, así como desabasto de medicamentos.
Te voy a cambiar el nombre/ en base a lo que has traído…
Y es que todos sabemos que en estos últimos años se repitió la historia: promesas sin cumplir, demagogia pura.
Hoy marcharán en 23 ciudades del país miles de trabajadores del Poder Judicial (se calculan 50 mil), para protestar contra el gobierno federal, que ordenó eliminar 13 fideicomisos con 15 mil millones de pesos, y sensibilizar al Senado para que no apruebe la minuta que le envió la Cámara de Diputados.
La molestia de los trabajadores y la incredulidad hacia las palabras del Presidente —quien ha asegurado que no se verán afectados—, tienen un contexto que se remonta al 8 de agosto de 2018, cuando el jefe del Ejecutivo hizo una promesa que no ha podido cumplir.
Al recibir su constancia como Presidente electo ofreció respetar la soberanía de los Poderes de la Unión y no permitir presiones ni peticiones ilegítimas:
“En el nuevo gobierno, el Presidente de la República no tendrá palomas mensajeras ni halcones amenazantes; ninguna autoridad encargada de impartir justicia será objeto de presiones ni de peticiones ilegítimas cuando esté trabajando en el análisis, elaboración o ejecución de sus dictámenes y habrá absoluto respeto por sus veredictos”.
Ese día, en la sede del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, aseguró que el Ejecutivo “no será más el poder de los Poderes ni buscará someter a los otros. Cada quien actuará en el ámbito de su competencia y la suma de los trabajos respetuosos e independientes fortalecerá a la República y el Estado democrático de derecho transitará del ideal a la realidad”.
En los últimos años hemos sido testigos del embate constante del Ejecutivo al Poder Judicial. Crítica sus sentencias y las descalifica cuando no le favorecen; propuso una reforma judicial y elegir a los ministros por voto directo, cuando su iniciativa original de regalarle dos años más a Arturo Zaldívar, como presidente de la Corte, fue rechazada; amenaza a jueces y magistrados con revelar asuntos, secretos o sus gastos suntuosos, y ahora los asfixia presupuestalmente.
Te voy a cambiar el nombre…
El 25 de noviembre de hace dos años, durante una gira por Zacatecas, el jefe del Ejecutivo prometió abasto y distribución de medicamentos hasta los pueblos más apartados: “No van a faltar o me dejo de llamar Andrés Manuel”.