La ?compra de emergencia? de carb?n fue precedida por la cancelaci?n de la licitaci?n de dos megal?neas de transmisi?n de corriente directa de alta tensi?n, provenientes de energ?as limpias.
El conflicto de inter?s o ?amiguismo? en que incurre el senador de Morena por Coahuila, Armando Guadiana Tijerina, con la compra de emergencia de 400 mil toneladas de carb?n por parte de la Comisi?n Federal de Electricidad (CFE) constata la doble moral de esta fuerza pol?tica y el retroceso en las pol?ticas p?blicas del
nuevo gobierno.
Por m?s que el senador declare que no tiene m?s conflicto de inter?s que ?pagar impuestos cada d?a a los gobiernos federal y estatales? (seguramente, sin raz?n), la revista Proceso document? que posee dos empresas dedicadas a la exploraci?n de hidrocarburos y que otras cuatro tienen convenios con la Comisi?n Nacional de Hidrocarburos, los cuales amparan 40 solicitudes de extracci?n de gas de carb?n para suministrarlo a la Comisi?n Federal de Electricidad.
Lo m?s grave es que la referida ?compra de emergencia? de carb?n fue precedida por la cancelaci?n, el pasado 30 de enero, de la licitaci?n de dos megal?neas de transmisi?n de corriente directa de alta tensi?n, provenientes de energ?as limpias.
Se trata de proyectos de infraestructura el?ctrica con inversiones por 3,300 millones de d?lares que abastecer?an a la Ciudad de M?xico y a los estados de M?xico, Morelos, Oaxaca, Puebla y Veracruz, con la l?nea Yautepec-Ixtepec, y de la que interconectar?a a Baja California con el resto del pa?s y que ahora seguir? aislado con sus dos geotermoel?ctricas desaprovechadas.
A consecuencia de esta medida (una m?s, luego de la suspensi?n del nuevo aeropuerto en Texcoco), quedan en vilo 200 nuevas centrales de energ?a, incluyendo 10 e?licas, 13 solares, 7 hidroel?ctricas y una de biomasa, y la participaci?n de 32 empresas globales l?deres en tecnolog?as limpias.
Para el senador Guadiana, sin embargo, ?las energ?as limpias no van a resolver el problema, porque no generan potencia? (sic) y asegura que, en breve, se comprar? un mill?n 100 toneladas de carb?n m?s, hasta llegar a dos millones 700 cada a?o, adem?s de impulsar la construcci?n de una carboel?ctrica en su estado, con inversi?n privada.
Este episodio ha sido causa de contradicciones en el gabinete federal, pues la secretaria de Energ?a, Roc?o Nahle, asegur? que ?el uso del carb?n no es nuestra pol?tica de Estado? en materia energ?tica, con lo cual revela su desconocimiento, o bien su anuencia ante un posible conflicto de inter?s.
El gobierno federal tambi?n falta a la promesa del Ejecutivo federal de separar el poder pol?tico del poder econ?mico y convierte a sus cercanos en los empresarios consentidos de su administraci?n, inhibe la inversi?n privada y falta al compromiso internacional de reducir las emisiones de carb?n que aceleran el cambio clim?tico.
Tan grave como el probable conflicto de inter?s, es la pol?tica energ?tica equivocada y sus altos costos econ?micos, ambientales y sociales. Bajo la premisa de que no hay una ilegalidad de por medio, se incurre en actos inmorales.