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El Atl?tico de Madrid se complica y pierde el invicto en la Champions League

El Atl?tico de Madrid se complica y pierde el invicto en la Champions League

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ESPA?A.- El Atl?tico sufri? en el Bay Arena de Leverkusen su primera derrota en Champions (2-1), despu?s de dos errores defensivos y un mal partido que pudo arreglar sobre la bocina, porque ?lvaro Morata marc? en el a?adido y todav?a tuvo tiempo para tener otra ocasi?n clar?sima para empatar, pero su remate a bocajarro se top? con el pie de Hr?decky. Ese arre?n final no evit? la derrota ni el sofoco que pas? el Atl?tico durante buena parte del encuentro. La clasificaci?n deber? esperar… y ahora toca ir a Tur?n.
H?ctor Herrera una vez m?s fue banca con el cuadro de Diego Simeone. El mexicano entr? al campo al minuto 70, en sustituci?n de ?ngel Correa y cuando el marcador era desfavorable por 2-0; poco pudo hacer el mediocampista, a pesar de la intensa reacci?n colchonera sobre el final.
Ni rastro del Atl?tico desencadenado tras el descanso del Pizju?n. Con la destacada excepci?n de Hermoso hasta el error que un buen rato despu?s afe? su partido, el equipo rojiblanco volvi? a su ser del presente ejercicio en los arranques de partido: el de la disposici?n t?mida, el de las p?rdidas absurdas y el de la absoluta incapacidad para generar peligro. Tampoco parece que en esta ocasi?n ayudara el entramado t?ctico preparado por Simeone, as? que, como Jack, vayamos por partes…
El t?cnico prescindi? del 4-4-2 habitual para colocar a Correa por detr?s de los puntas y a Koke y Sa?l como escuderos de Thomas, uno a cada lado. Para empezar, o Costa o Morata. Nada de Costa y Morata. No mezclan bien, por mucho que se insista en la combinaci?n. Para seguir, lo del argentino. El debate pasaba hasta ahora por colocarlo arriba o en banda, pero en ning?n caso como enganche. La sutileza necesaria ah? no est? precisamente entre sus virtudes. A los habituales interiores, adem?s, el nuevo dibujo les alejaba de cualquier ayuda a sus laterales.
Y Lodi las necesita, porque parece agotado. Reconoci? el muchacho en un arranque de sinceridad que no se planteaba jugar mucho en su primera campa?a europea… y resulta que lo est? jugando todo. Por ah? agujere? desde el arranque el Bayer, dando al bal?n el trato que merece un bal?n, justo el que no le daba el rival. Havertz se volcaba para asociarse con Bellarabi en la zona, m?s all? de que la primera ocasi?n llegara por el otro lado y a la contra, tras el en?simo extrav?o rojiblanco. Volland la ech? a las manos de Oblak.
Hubo unos minutos de equilibrio con el retorno al dibujo de casi todos los d?as, pero enseguida se antojaron espejismo. La segunda carga local fue la buena, traducida en una colecci?n de saques de esquina a los que el meta esloveno no ofreci? respuesta adecuada. Su primera salida hacia la nada se tradujo en un remate de Tah desviado, la segunda en un autorremate de Felipe al travesa?o y, quiz?s con cierta envidia del compa?ero, la tercera en el gol firmado por Thomas en propia puerta despu?s de que el portero, que definitivamente no atraviesa su mejor momento, topara con Costa en su quehacer.
El Cholo hizo durante el descanso dos cambios menos que en Sevilla. O sea, ninguno. Enseguida sin embargo tuvo que prescindir de Lodi, definitivamente extenuado, para incluir en el partido a Lemar y retrasar la posici?n de un Sa?l que, ya como defensa y a las primeras de cambio,entendi? inoportuno presentar oposici?n alguna al servicio de Bellarabi desde banda. Fue Volland, aprovechando el error de Hermoso, lo que faltaba, el que hizo los correspondientes honores. El Bayer ya sumaba m?s goles que laterales izquierdos tiene Simeone en la plantilla. Planificaci?n deportiva, lo llaman.
Con el mencionado Lemar y con Vitolo mejor? la cosa, empeorar no era posible, pero ya no hab?a remedio. O s?, por aquello de Morata al final (sin Costa sobre el campo, mire usted), pero hasta entonces (y entonces) el Atl?tico top? con la seguridad de Hradecky. Lo de los saques de esquina en el otro lado era m?s de lo mismo, susto o muerte, y al Bayer ya le iba bien con la tangana que acab? en cuatro tarjetas y otros tantos minutos perdidos. Amiri se gan? despu?s una roja de manual facilitando el aluvi?n final que pudo derivar en un empate surrealista, pero el resultado m?nimo no deber?a camuflar las carencias rojiblancas.

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