
Diócesis de Piedras Negras se solidariza con hermanos migrantes
Por: Cristina Flores Cepeda
Sabinas, Coahuila. – La Diócesis de Piedras Negras, a través del obispo Alfonso Gerardo Miranda Guardiola, expresó su profunda solidaridad con los migrantes que, en su búsqueda por alcanzar un mejor futuro, se han visto afectados por el cierre del programa “CBP One”. Este programa representaba para muchos la esperanza de acceder al vecino país del norte de manera ordenada y segura, pero su reciente suspensión ha provocado desilusión y un gran impacto emocional en quienes lo esperaban como una oportunidad para cambiar sus vidas.
“El cierre de este programa ha dejado a cientos de hermanos y hermanas migrantes en una situación de incertidumbre y vulnerabilidad, y como Iglesia, nos unimos a su tristeza y desilusión,” señaló el obispo. En un gesto de compromiso con los más necesitados, la Diócesis de Piedras Negras ha puesto en marcha acciones concretas para brindar apoyo a las personas afectadas. El obispo informó que se establecerá contacto con la Presidencia Municipal de Acuña para coordinar esfuerzos y sumar a los centros de atención a deportados que ha preparado el municipio. Entre las iniciativas destacan la recolección de alimentos, agua, cobertores y chamarras, así como la disposición de ofrecer atención espiritual a quienes lo soliciten.
Asimismo, en la ciudad de Piedras Negras, la ayuda se canalizará a través de la Casa y Comedor de Frontera Digna, una instalación que desde hace tiempo ha estado al servicio de los migrantes y deportados, ofreciéndoles refugio, alimentos y un espacio donde se sientan acogidos. El compromiso de la Diócesis no se limita a estas dos ciudades, ya que también se encuentran en estado de alerta para atender necesidades en Allende, Nueva Rosita y Sabinas, donde las parroquias locales mantienen una labor constante de apoyo humanitario. El obispo subrayó que estas acciones son parte del servicio regular que la Iglesia ha ofrecido en estos municipios, y que ahora se refuerzan ante la creciente necesidad.
La comunidad católica ha sido convocada para unirse a estos esfuerzos, ya sea a través de donaciones de víveres y ropa, o mediante la oración y el acompañamiento espiritual. “Encomendamos a nuestros hermanos y hermanas migrantes y deportados a María Santísima, Refugio de ellos, y confiamos en Dios nuestro Señor por su bien, el de sus familias y el de todos nuestros pueblos”, concluye el comunicado.
Con estas acciones, la Diócesis de Piedras Negras reafirma su compromiso de ser una Iglesia cercana y solidaria, especialmente con aquellos que enfrentan las dificultades más grandes en su camino. La esperanza, la fe y la empatía se convierten en pilares fundamentales en momentos como este, donde el apoyo comunitario puede marcar una diferencia significativa en las vidas de quienes lo han perdido todo en su lucha por alcanzar un mejor futuro.
