MADRID.- «La ?nica raz?n» por la que?Diego Armando Maradona?sigue vivo «son sus hijos». As? de rotundo se muestra en una entrevista con EFE el brit?nico?Asif Kapadia, director de documentales tan celebrados como «Senna» o «Amy» y que ahora se zambulle en la mente del exfutbolista argentino.
?Ellos son quienes le han rescatado cuando ha estado al l?mite», indic? el ganador del ?scar al mejor documental por «Amy». «Son su elemento salvador m?s all? del futbol, en el que no ha estado involucrado durante mucho tiempo por su salud. Sus hijos lo quieren de forma incondicional, incluso cuando no est? bien y tiene paranoias», explic? el londinense.
«A veces», continu?, «cree que le roban o le enga?an, pero nunca pensar?a as? de sus hijos. Y eso que son m?s duros con ?l que otra gente a su alrededor».
«Diego Maradona», que llega a los cines espa?oles este jueves, es una reveladora y fren?tica obra sobre los pol?micos a?os de «El Pelusa» en N?poles, adonde lleg? en 1984 tras la complicada etapa vivida en el FC Barcelona. All? renaci? de sus cenizas y llev? a un humilde club a lo m?s alto del Calcio italiano en dos ocasiones (1987 y 1990) mientras hac?a a Argentina campeona del mundo (1986).
Pero en esa misma etapa ve c?mo su vida personal empieza a tambalearse, con fiestas de tres d?as marcadas por la coca?na, un hijo no reconocido y sus amistades peligrosas con la?Camorra napolitana, que le regalaba un Rolex de oro solo por acudir a sus eventos y posar para la foto.
Kapadia, un gran aficionado al futbol e hincha del?Liverpool, asegura que no sab?a demasiado sobre la vida de Maradona y que desconoc?a los detalles de su etapa en N?poles, aunque ya fantaseaba de joven con dirigir una obra sobre el argentino tras leer una biograf?a que le descubri? sus humildes or?genes.
?No tuvo una infancia normal y sufri? el s?ndrome del ni?o estrella. Con 15 a?os le compra una casa a sus padres. A partir de ese momento, ?qui?n le va a decir que no? ?Qui?n le va a detener? Si le miras, a?n es un adolescente. Siempre lo ha sido. No ha madurado. Abandon? su casa y nunca volvi?», declar? Kapadia
?No ha parado de viajar desde entonces. Si comet?a errores, no los afrontaba, solo corr?a al siguiente lugar. En cierto sentido, es un chico que a?n buscar un hogar y una familia. Cuando tuvo ambos, en N?poles, los rechaz?. Y ah? es cuando se complic? su problema con las drogas», valor? el cineasta.
Kapadia sorprende con un material in?dito gracias a las grabaciones que orden? en 1981 el primer representante del jugador,?Jorge Cysterszpiler, quien ten?a en mente rodar una pel?cula sobre su vida. Pero Maradona lo despidi? y aquellas cintas quedaron olvidadas…hasta ahora.
Eso, sumado a las colecciones personales de aficionados del N?poles, permite al realizador y a su equipo montar un vibrante relato que mezcla escenas ?picas, ?ntimas y costumbristas para transmitir al espectador el delirio y la locura de la ascensi?n y ca?da de «Dios» en la tierra napolitana.
?La oportunidad de rodar esta historia se present? y me atrajo el reto de contar una etapa de su vida que no es muy conocida», indic? Kapadia. «Es dif?cil acercarse aMaradona, conocerlo y que se abra. No creo que lo haya hecho mucho en si vida», se?al? el cineasta, que sac? oro de sus encuentros con ?l, incluidos en el documental a modo de voz en ‘off’.
Pero, por otro lado, entendi? que la persona sobre la que estaba haciendo el documental no era necesariamente la misma persona con la que se sent? a hablar.
?Esta historia pas? en los a?os 80 y sus respuestas a veces no eran muy ?tiles. ?De qui?n es realmente la verdad? ?La que cuenta o la que he investigado? ?Cu?ntas vidas ha vivido desde entonces? ?Cu?ntas muertes ha tenido? ?Por qu? tendr?a que recordarlo?», declar? Kapadia.
«Para m?», finaliz? el cineasta, «es una obra sobre el paso del tiempo y el envejecimiento».
«Otros habr?an construido un relato feliz sobre las fiestas que se peg?. Para m?, en cambio, es un relato muy triste, aunque amo que a?n juegue al futbol», concluy?.
