FACTOR
CIUDAD DE MÉXICO.– La vida de un futbolista profesional, por increíble que parezca, no es tan sencilla como muchos imaginan, especialmente cuando, desde muy temprana edad, se ve obligado a emigrar a otro país, lejos de su familia y su cultura. La salud mental, en este contexto, juega un papel fundamental para que jugadores de la talla de Philippe Coutinho, Radamel Falcao, Arturo Vidal y Neymar hayan podido sobresalir en sus respectivos clubes a nivel mundial.
En los últimos años, varios astros del fútbol han tomado la decisión de regresar a sus países natales para encarar la última parte de su carrera, tanto dentro como fuera de la cancha. Estos regresos no solo se deben a una necesidad de revalorización personal, sino también a la búsqueda de bienestar mental, dejando atrás la constante exigencia de alto rendimiento y rodeándose de sus seres queridos.
Entre los casos más recientes y destacados, se encuentra el de Neymar, quien a sus 33 años ha decidido regresar al Santos de Brasil, club que lo formó y al que llegó a ser una estrella entre 2009 y 2013 antes de partir al Barcelona. Este regreso, que Neymar ha catalogado como un «rescate futbolístico», simboliza mucho más que un simple retorno deportivo. Para el astro brasileño, es la oportunidad de reconectar con su felicidad, esa que había perdido durante su decepcionante etapa en Arabia Saudita, donde las lesiones le pasaron factura. «Vine en busca de mi felicidad, que es jugar al fútbol», dijo durante su presentación en Santos.
Radamel Falcao, otro de los grandes nombres del fútbol mundial, también se unió a esta tendencia de regresar a casa. El colombiano fichó por Millonarios, club del que es hincha, y su llegada causó una gran expectación, agotando planes de abono y dejando casi trece millones de dólares en el comercio de Bogotá. A pesar de la emoción generada por su fichaje, el rendimiento del ‘Tigre’ en el campo aún no ha alcanzado las expectativas.
Otros futbolistas brasileños como David Luiz, Fernandinho, Philippe Coutinho, Thiago Silva, Marcelo (quien anunció su retiro recientemente) y Danilo, capitán de la ‘Seleção’, también han tomado la decisión de regresar a Brasil, contribuyendo a revitalizar los campeonatos sudamericanos que han ido perdiendo protagonismo frente a las grandes ligas europeas.
En este contexto, los clubes sudamericanos no solo se benefician de la calidad de estos jugadores, sino que también reciben un impulso financiero considerable, ya que las ofertas salariales no son del todo despreciables, respaldadas por patrocinadores y el fervor de los fanáticos que veneran a estos ídolos. Así, el retorno de estos astros, además de ser un acto de corazón, se convierte en un importante motor deportivo y económico para las competiciones locales.
El regreso de estas estrellas subraya una tendencia creciente en el fútbol, donde la salud mental y el bienestar personal se han convertido en prioridades para futbolistas que, después de años de éxitos en Europa, buscan una nueva etapa de felicidad y serenidad en su carrera.
