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Carpe Diem!

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By:Me

 

 

IMPORTANTE? SABERLO NO ES UN CHISTE

 

?En una de sus reuniones, Stalin (dictador sovi?tico 1878-1953) solicit? que le trajeran una gallina. La agarr? fuerte con una mano y con la otra empez? a desplumarla. La gallina desesperada por el dolor, intent? fugarse, pero no pudo. As? logr? quitarle todas las plumas y les dijo a sus ayudantes: ?Ahora observen lo que va a suceder?. Puso a la gallina en el piso y se alej? de ella un poco y agarr? en su mano un pu?o de trigo mientras sus colaboradores observaban asombrados c?mo la gallina, asustada, adolorida y sangrando, corr?a detr?s de Stalin mientras este le iba tirando pu?os de trigo y daba vueltas en la sala.

 

La gallina lo persegu?a por todos lados. Entonces, Stalin mira a sus ayudantes, quienes est?n totalmente sorprendidos y les dice: ?As? de f?cil se gobierna a los tontos. Vieron c?mo me persigui? la gallina a pesar del dolor que le caus?. As? son la mayor?a de los pueblos, persiguen a sus gobernantes y pol?ticos a pesar del dolor que les causan por el simple hecho de recibir un regalo barato o algo de comida para uno o dos d?as?.

 

Cualquier parecido con la realidad cr?ame querido lector es pura coincidencia.

 

– Si alguno de vosotros tiene falta de sabidur?a, p?dala a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le ser? dada.( Santiago 1:5).

– Para sonre?r:

Un hombre se sinti? mal en la calle, cay? al suelo y fue llevado a un Hospital Cat?lico administrado por Monjas, en donde lo operaron del coraz?n.

Cuando despert?, a su lado estaba la Monja Tesorera del hospital, quien le dijo:

 

– Su cirug?a fue un ?xito, sin embargo hay un asunto que hay que determinar.

 

– ?Tiene usted seguro m?dico?

– No Hermana.

– ?Tiene tarjeta de cr?dito?

– No Hermana.

– ?Puede usted pagar en efectivo?

– No tengo dinero Hermana.

La monja empez? a sudar fr?o, pero continu?:

– Entonces…?podr? pagar con un cheque?

– Tampoco Hermana.

 

La monja, ya desesperada, prosigue:

– Bueno, tiene alg?n pariente que pueda hacerse cargo de la cuenta?

– Ah, bueno, si, s?lo tengo una hermana solterona, que es monja, pero no s? si ella pueda pagar.

 

La monja, lo corrigi? severamente, diciendo:

– Disculpe se?or, pero las monjas ?No somos Solteronas!?

?Estamos casadas con Dios!!

 

– ?Ah ! ?Magn?fico!

?Entonces hagame el favor de mandarle la cuenta a mi Cu?ado!

 

Y… As? fue c?mo naci? la expresi?n…

«QUE DIOS TE LO PAGUE»

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