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Carpe Diem!

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By:Me

 

Una ocasi?n un joven que ten?a todo el apoyo de sus padres concluy? su carrera y se convirti? en un gran profesional.

Sus padres gastaron una buena fortuna en su educaci?n, y se hab?an quedado con poco dinero. S?lo viv?an con lo que su negocio les daba.

 

Tiempo despu?s empezaron los problemas econ?micos para aquel matrimonio, la se?ora se enferm? de gravedad y requer?a mucho dinero para su atenci?n m?dica.

 

El se?or estaba desesperado porque no pod?a reunir ?sa importante suma ni a?n con pr?stamos.

Estaban a punto de vender su negocio e hipotecar todas sus tierras, cuando de pronto se acordaron de su hijo.

 

Llamaron al muchacho por tel?fono y ?l acudi? de inmediato.

 

_ No se preocupen padres m?os, les dar? un pr?stamo. No importa la cantidad, cuando mi mam? sane haremos cuentas.

 

El joven no escatim? su dinero y les hizo un pr?stamo con una cantidad exorbitante de dinero.

La se?ora fu? al mejor hospital y san?.

 

El matrimonio muy contento abraz? a su hijo d?ndole las gracias.

 

Pero no fueron los ?nicos problemas, el matrimonio sigui? enfrentando adversidades pero siempre contaban con el apoyo de su hijo.

 

Los se?ores seg?n pasaba el tiempo se fueron endeudando m?s con su hijo, hasta llegar a una cantidad muy dif?cil de pagar, situaci?n que los preocupaba.

 

Ya no quer?an pedir m?s dinero a su hijo, pero las circunstancias los obligaban.

 

Tiempo despu?s el hijo se cas?, y su esposa le ped?a que ya no prestara m?s dinero a sus padres y que les cobrara el que le deb?a.

 

El joven accedi? y acord? ir con su esposa un determinado d?a a hablar con sus padres para hacer cuentas sobre su deuda.

 

Les avis? a sus padres la fecha para ir a visitarlos. ?sto preocup? m?s a los se?ores.

 

Lleg? el d?a de la visita, el muchacho y su esposa llevaron a sus padres al despacho para hablar largo y tendido.

 

_Pap?, mam?, antes que nada buenos d?as. Tomen asiento por favor, una calculadora, l?piz y papel. Vamos a hacer cuentas.

 

Los se?ores estaban muy tensos y p?lidos ante tal cr?tico momento.

 

El muchacho empez? a hacer cuentas:

 

_Gastos m?dicos que ustedes hicieron hace varios a?os cuando yo nac?.

 

_Gastos de pa?ales, leche, ropa, sonaja, etc. hechos por ustedes.

 

_Gastos de ropa, manutenci?n y educaci?n. Estudios que pagaron desde que estaba en el Jard?n de ni?os, primaria, bachillerato y universidad.

 

_Gastos m?dicos cuando me enfermaba.

 

_Juguetes, dulces, galletas y dem?s gastos que hac?an para sofocar mis berrinches cuando ni?o.

 

_Dinero para mis recreos.

 

_Mis domingos, ropa, zapatos, y dinero que me daban para ir al cine con una chica cuando joven.

 

El muchacho sigui? desglozando una lista interminable de beneficios recibidos por sus padres.

?sto molest? demasiado a su esposa, quien intervino con un tono de voz elevado.

 

_?No se supone que venimos a cobrar el dinero que te deben? ?Te has vuelto loco?

 

El muchacho sigui? hablando con sus padres con voz m?s firme y decisiva.

 

_Despu?s de hacer cuentas, pap?s, pueden quedarse tranquilos, la deuda queda saldada, no me deben ni un s?lo centavo, todo lo contrario, yo les quedo debiendo.

 

Gracias a ustedes soy lo que soy, y ?sa es una deuda inpagable que tengo con ustedes.

 

El joven abraz? a sus padres y se despidi? de ellos notific?ndoles que siempre contar?n con ?l, mientras est? en sus posibilidades.

 

Los se?ores invirtieron en su hijo y ahora estaban cosechando los frutos. Se convirti? en su ayuda permanente y seguro de vida.

 

La esposa del muchacho estaba muy enojada, tanto que amenazaba a su marido de ir ella personalmente a cobrar su deuda.

 

_Comprende, amor. A los pap?s NO les podemos cobrar ninguna deuda porque a fin de cuentas nosotros les debemos m?s a ellos.

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