Canelo Álvarez se impone a William Scull y retiene el título indiscutido del peso supermediano
El mexicano recupera el cinturón de la FIB tras vencer por decisión unánime al cubano, en una pelea deslucida marcada por el pobre desempeño del retador
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CIUDAD DE MÉXICO.– Saúl “Canelo” Álvarez volvió a demostrar por qué es el rey absoluto del peso supermediano. El mexicano venció por decisión unánime al cubano William Scull en Arabia Saudita, recuperando el cinturón de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y consolidando su condición de campeón indiscutido de la categoría.
Sin embargo, el combate dejó más dudas que emociones. Scull, cuya designación como retador obligatorio fue ampliamente cuestionada desde su anuncio, ofreció una actuación pobre y evasiva, lo que convirtió el duelo en una frustrante exhibición para el público y el propio Canelo.
Scull simplemente huyó
Desde el primer campanazo, Canelo fue quien propuso la pelea. Cortó el ring, buscó presionar y conectar combinaciones. En contraste, Scull se limitó a moverse lateralmente y evitar el intercambio, sin ofrecer argumentos ofensivos ni generar peligro real.
Los jueces otorgaron una victoria clara al mexicano con tarjetas de 116-112, 119-109 y 115-113, esta última ampliamente criticada por lo cerrada que resultó en comparación con el dominio evidente del tapatío.
Críticas a la FIB
La FIB fue blanco de fuertes críticas por haber nombrado a Scull como retador obligatorio. Ya en su momento, Canelo intentó evitar esta pelea para buscar una defensa más competitiva frente a Edgar Berlanga. Tras lo ocurrido, su decisión original parece justificada.
El cubano, lejos de dar batalla, pareció estar más enfocado en eludir que en boxear. Si bien conectó un par de uppercuts aislados, nunca se comprometió con el combate. Por momentos, incluso pareció burlarse del mexicano, quien visiblemente frustrado, no logró cerrarle el paso ni conseguir un golpe definitivo.
Reacción del público y del propio Canelo
Al final del combate, los abucheos del público dejaron en claro el mal sabor de boca. Canelo tampoco ocultó su molestia: negó con la cabeza cuando Scull intentó mostrar admiración hacia él y lamentó la falta de competitividad de su rival.
Este tipo de actuaciones vuelve a encender el debate sobre la validez de algunas designaciones obligatorias en el boxeo profesional y si estas realmente responden al nivel deportivo que exige un título mundial.
