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Aqu? en confianza

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Iv?n Garza Garc?a

 

Tres del coronavirus

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En el mundo no se habla de otra cosa y ?ste espacio no tendr?a por que ser la excepci?n. El virus que ha colocado al planeta de cabeza, as? como los estragos que va dejando a su paso y los efectos que puede alcanzar, son susceptibles de ser analizados desde muchos y muy variados aspectos; y, aunque no todo esta dicho sobre bicho de moda, aqu? trataremos de analizar tres de ellos.

 

Uno. El coronavirus y la pol?tica.

 

Frente a la epidemia generada por el COVID-19, la clase pol?tica mexicana ha preferido sumirse en un debate que parece no ir a ning?n lado. Nuevamente, Tirios y Troyanos, atrincherados en su respectiva narrativa, asumieron irreconciliables posturas. Mientras el virus prolifera a lo largo y ancho del pa?s, los de un bando se?alan con flam?gero ?ndice al Gobierno de la Rep?blica, acusando a las autoridades en turno de minimizar la emergencia y de no tomar en cuenta las recomendaciones internacionales para su debida atenci?n. Por su parte, en la esquina contraria se defiende a capa y espada al mandatario nacional, argumentando que son los conservadores quienes ? para llevar agua a su molino ? se han dedicado a sembrar el terror, difundiendo informaci?n falsa sobre la incapacidad gubernamental para plantar cara a la situaci?n. Lo cierto es que ante una contingencia sanitaria de las proporciones de la que ahora vivimos, la discusi?n pol?tica resulta totalmente est?ril, pues lo que est? en juego es la vida y la salud de las personas y no las preferencias electorales o el nivel de aprobaci?n presidencial.

 

Dos. El coronavirus y tu t?a con Facebook.

 

Lo dije antes y lo reitero, no es lo mismo estar desinformados que mal informados. Mientras que las autoridades se ocupan de lo primero, las benditas redes sociales se encargan de lo segundo. En aquel ya lejano 2009, ante la crisis mundial provocada por la aparici?n de la influenza AH1N1, el impacto de las redes sociales en la vida cotidiana era incipiente; ahora, los mecanismos de interacci?n social han mutado de manera exponencial.? Por supuesto, en una ?poca en la que todos estamos conectados, conseguir datos, cifras e im?genes sobre lo que acontece en el globo es una tarea relativamente sencilla; sin embargo, no siempre la informaci?n obtenida cumple con las caracter?sticas de ser relevante, fidedigna e imparcial. Luego, el ?otro contagio? es provocado por publicaciones cuyo contenido no es del todo confiable. Desde la infaltable profec?a de Nostradamus, quien supuestamente predijo la aparici?n del mal en sus famosas Cuartetas divulgadas en el a?o 1555, hasta el art?culo en la que se afirma que en M?xico las infecciones son menos frecuentes debido a que la poblaci?n es producto del mestizaje y solo las razas puras (como los Chinos) son alcanzadas por la enfermedad de marras. As? que cuidado con las cadenas que salgan del Facebook de la t?a; recordemos que no todos los ?piolines? son portadores de buenas noticias y la primera acci?n de prevenci?n es informarnos a trav?s de los canales oficiales.

 

Tres. El coronavirus y la econom?a.

 

Como era de esperarse, la pandemia anunciada trajo consigo severas afectaciones econ?micas y los mercados internacionales sucumbieron ante el virus. El pasado lunes, Wall Street registr? su peor jornada en los ?ltimos 33 a?os. Pese a las medidas adoptadas por el Sistema de Reserva Federal de los Estados Unidos (FED, por sus siglas en ingl?s), el ?ndice Dow Jones cay? casi un 13 por ciento. El peso alcanz? las 23.05 unidades frente al d?lar y el precio del petr?leo tuvo una nueva disminuci?n rompiendo el piso de los 30 d?lares por barril de crudo. Como si esto fuera poco, el 45 por ciento de las manufactureras asentadas en nuestro pa?s eval?an la posibilidad de limitar o definitivamente detener sus actividades, al no recibir los insumos necesarios provenientes de China. Ser? cuesti?n de tiempo para que sobrevengan despidos y paros. En una econom?a emergente que ya se encontraba en recesi?n t?cnica antes de la llegada del mentado CODIV-19 y en la que existe una total dependencia respecto a la producci?n petrolera, los pron?sticos de recuperaci?n son reservados.

 

Aqu? en confianza, m?s que la mortalidad del coronavirus debe preocuparnos su morbilidad. El mal no solo se extiende a la pol?tica, la interacci?n a trav?s de las redes o al aspecto econ?mico; los verdaderos contagios se registran de forma acelerada y el colapso en los sistemas de salud se antoja inminente. Tomando en cuenta la experiencia en otros pa?ses, el ?nico paliativo que parece viable es el llamado aislamiento social. Sin caer en p?nico, sigamos las recomendaciones de las autoridades. No estamos frente a ?una suerte de vacaciones adelantadas; ?permanecer en casa (para los que puedan hacerlo), es un acto de corresponsabilidad. Lleg? el momento de cuidarnos los unos a los otros y esperar ? como reza el tema de Soda Stereo ? a que pase el temblor.

 

 

 

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