Iv?n Garza Garc?a
?A qu? le tienen miedo?
Reza el dicho popular: ?no hay fecha que no se cumpla, plazo que no se venza, ni deuda que no se pague?. Concluy? la mentada fase de Intercampa?as (cualquier cosa que esto signifique en t?rminos pr?cticos) y, con ello, se dio paso a las campa?as electorales. Como es natural, la renovaci?n de la presidencia de la Rep?blica ha generado el mayor de los revuelos. Nunca como ahora, la competencia para obtener la principal silla de Palacio Nacional ha dado tanto de que hablar. Entre coaliciones de extra?a conformaci?n e independientes altamente cuestionados, se arrib? al per?odo en el que lejos de escuchar propuestas concretas, seremos testigos de irreconciliables enconos, guerras de lodo y toda clase de malabares, mismos que ser?n llevados a cabo por los contendientes a fin de colocarse en el ?nimo del respetable.
Con burritos (de los que se comen) y menudo, el se?or de apellido L?pez inici? su tercera campa?a presidencial. S? mam?, ?la tercera! En Ciudad Ju?rez, Chihuahua, al pie del monumento a Benito Ju?rez, el pol?tico tabasque?o conserv? su discurso tradicional de cr?tica al modelo econ?mico neoliberal que – de acuerdo con su apreciaci?n de ?consumado? economista – beneficia a las ?lites mientras que excluye a las mayor?as. Ya entrado en gastos, el representante de la izquierda fue subiendo de tono en cuanto a ocurrencias y puntadas. Dijo, por ejemplo, que no permitir? que en su proyecto de naci?n participen personajes con antecedentes de enriquecimiento il?cito; tal parece que olvid? el nombre de Napole?n G?mez Urrutia a quien postul? como candidato a senador por la v?a plurinominal, entre otros muchos que cojean de la misma pata. Tambi?n mencion? que convencer? a Donald Trump de modificar su pol?tica exterior por considerarla equivocada y, como si fuera poco, se comprometi? a reducir las percepciones de los funcionarios para as? aumentar el sueldo de los trabajadores mexicanos (como si el incremento al salario m?nimo dependiera del erario p?blico). Y para rematar, AMLO arroj? su ep?teto habitual contra aquellos que osan criticarlo: ?forman parte de la mafia en el poder? ? dijo ? mientras se?alaba insistentemente con su flam?gero ?ndice.
Aunque disparatada, la eterna campa?a del due?o absoluto de MORENA le ha servido para continuar como puntero en las encuestas, ahora seguido de cerca por el abanderado de la coalici?n ?Todos por M?xico?, Pepe Meade, quien de acuerdo a los m?s recientes sondeos de opini?n publicados en rotativos de circulaci?n nacional, ocupa el segundo lugar en las preferencias del electorado.
Por su parte, Ricardo Anaya arranc? su campa?a en las primeras horas del pasado viernes frente a un grupo de j?venes que se quedaron con las ganas de escuchar una verdadera oferta pol?tica. M?s tarde, en compa??a de la perredista Alejandra Barrales, dijo que los d?as del PRI en el gobierno estaban contados; fuera de eso, el resto del discurso fue de elogios para la tambi?n candidata a la jefatura capitalina. Seg?n la publicaci?n del periodista ?lvaro Delgado en el semanario Proceso, el joven azul apodado ?Cerillo?, hizo suyas las pr?cticas que tanto ha criticado al priismo. Miles de acarreados, a quienes las huestes de la coalici?n ?Por M?xico al Frente? ofrecieron tortas y jugo, se dieron cita en la Arena Ciudad de M?xico. Sin embargo, y pese al completo desayuno, la grader?a luci? semivac?a. Todo parece indicar que el peyorativo t?rmino ?comelonches? se mud? a otro instituto pol?tico y ahora se aplica tambi?n a los simpatizantes albiazules. Indudablemente, Anaya no logra sacudirse los se?alamientos por su inexplicable enriquecimiento y ha sido relegado al tercer sitio en las encuestas.
Aqu? en confianza, los resultados de las nacientes campa?as son de pron?stico reservado. En su af?n por conquistar la banda presidencial, la candidata y candidatos se dar?n hasta con la cubeta. Habr? que ver de que cuero salen m?s correas. Por lo pronto, Meade ya se mostr? entr?n y lanz? a sus adversarios el reto de debatir p?blicamente sobre su situaci?n inmobiliaria y patrimonial. El ?madruguete? del abanderado priista fue bien visto por Margarita Zavala quien acept? el desaf?o; por su parte, Andr?s Manuel dijo que el mejor no se ?ganchaba?, pues as? se lo hab?an recomendado sus asesores, mientras que Ricardo- fiel a su costumbre – prefiri? hacer mutis. Al respecto, surge la inc?moda pregunta: ?a qu? le tienen miedo L?pez y Anaya? Ah? se los dejo para la reflexi?n.