Iv?n Garza Garc?a
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Cerro de Paula; la piedra inc?moda
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Con bombo y platillo, el Gobierno de M?xico anunci? que el lunes de esta semana ser?a colocada, en forma simb?lica, la primera piedra del aeropuerto de Santa Luc?a, el cual llevar? el nombre del General revolucionario Felipe ?ngeles, quien ? por cierto ? durante unos pocos d?as desempe?? el cargo de Gobernador de Coahuila, all? por el mes de enero de 1915.
El acto que representaba el ?ltimo clavo en el ata?d del malogrado proyecto aeroportuario en Texcoco, no pudo llevarse a cabo (al menos, no de la forma en la que se hab?a planeado) por una sencilla raz?n: a?n no se cuenta con los estudios de impacto ambiental que deber? emitir la SEMARNAT; esto, de acuerdo a la versi?n oficial.
Para no quedarse con las ganas, las autoridades federales se dieron cita en los terrenos donde habr? de construirse la obra de marras. Ah? fue llevado a cabo un austero evento que pomposamente fue denominado ?inicio de estudios y trabajos preliminares para la construcci?n del aeropuerto internacional? (cualquier cosa que eso signifique). El mencionado acto fue el escenario para hacer saber al respetable que la edificaci?n arrancar? el pr?ximo mes de junio, aunque todo indica que algunos de los estudios necesarios no estar?n disponibles en la fecha prevista, en cuyo caso, el banderazo inicial habr? de aplazarse nuevamente. Adem?s, se anunci? la firma de los tres primeros contratos relacionados con el proyecto; el primero, con la empresa ADPI, por un monto de 45.9 millones de pesos, para la elaboraci?n del Plan Maestro; el segundo, con el corporativo Nav- Blue, por 117.5 millones de pesos, para la realizaci?n de estudios de aeronavegabilidad y operaciones a?reas, as? como un tercer contrato, por 4.3 millones de pesos, para el desarrollo de estudios orogr?ficos, sin que se haya especificado, en este ?ltimo caso, el nombre del proveedor contratado.
En su discurso, el Presidente Andr?s Manuel L?pez Obrador, inform? que ya se hizo una consulta a los miembros de las comunidades aleda?as a la base a?rea de Santa Luc?a y ?stos aceptaron la obra. Sin embargo, de acuerdo con informaci?n de la SEDATU, de los 18 pueblos originarios ubicados en la zona, solo se busc? la opini?n de los habitantes de Xaltocan, quienes avalaron el plan en una asamblea.
Como era de esperarse, poco se habl? de los severos se?alamientos que han puesto en entredicho el proyecto de infraestructura insignia de la 4T. Por un lado, aun no queda resuelto el galimat?as que representa la complejidad del tr?fico a?reo por la ?saturaci?n del actual sistema aeroportuario, misma que se ver?a magnificada con la operaci?n simultanea de tres aeropuertos (contando el de Toluca). A esto habr? que sumarle la inminente afectaci?n al suministro de agua, toda vez que la terminal se asentar?a sobre un manto acu?fero ya de por s? sobreexplotado. Y para acabar con el cuadro (dijera Don H?ctor), la presencia ?inesperada? de un cerro ?fif??, oblig? a modificar el trazado de las pistas, con el correspondiente sobrecosto que tal acci?n generar?.
El Cerro de Paula es como una piedra en el zapato, pero m?s grande; se ubica cerca de la comunidad Santa Ana Tlachihualpa, en el municipio de Temascalapa, en el Estado de M?xico y tiene (nada m?s) una elevaci?n de 2 mil 625 metros sobre el nivel del mar. Como si esto fuera poco, resulta que el mentado cerrito es una verdadera joya arqueol?gica. Seg?n el INAH, en la zona se han documentado alrededor de 33 sitios prehisp?nicos, correspondientes a las culturas teotihuacana, tolteca y mexica; incluso, se afirma que algunos de los referidos vestigios datan del a?o 200 antes de Cristo ?Anda la osa!
En el tintero se queda el an?lisis sobre los millonarios recursos invertidos en el proyecto de Texcoco, los que – sin tantita pena – ser?n enterrados en el olvido; los altos costos que implic? la cancelaci?n de los contratos celebrados por el gobierno anterior; el gasto ejercido en la readquisici?n de los bonos de deuda por parte de la SHCP y los rendimientos que habr?n de pagarse a los tenedores de aquellos que no fueron comprados.
En una de sus colaboraciones editoriales, Denise Dresser escribi?: ?Santa Luc?a no es un proyecto de ingenier?a sino un acto de fe. No ser? resultado de la planeaci?n sino producto de la improvisaci?n?. Aqu? en confianza, por el bien de M?xico y de los mexicanos, realmente espero que ? en ?sta ocasi?n – ?la acad?mica, polit?loga y escritora mexicana, se encuentre equivocada.