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Aqu? en confianza

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Iv?n Garza Garc?a

A cada Santo le llega su capilla

No en vano dicen los que saben que ?para que la cu?a apriete ha de ser del mismo palo?. En hechos m?s que evidentes se ha confirmado que el mayor enemigo de un panista es otro panista. Mediante actos que rayan en el canibalismo pol?tico, los azules se dan hasta con la cubeta cuando se trata de colocar sus propios intereses por encima de los ideales del instituto al que pertenecen. Al respecto, el otrora militante y representante de Acci?n Nacional, Javier Lozano – quien decidi? poner tierra de por medio y unirse a la campa?a de Pepe Meade – ha sido el encargado de colocarle las banderillas al candidato presidencial de la coalici?n Por M?xico al Frente, Ricardo Anaya y, en ese ?nimo, se ha dado a la tarea de destapar la cloaca. Ya son varios los se?alamientos por los cuales se vincula al personaje de marras en actos de corrupci?n y, por m?s que se defiende a capa y espada, cada d?a se le cuelgan m?s ?milagritos?.

Un signo inequ?voco de quien traiciona es su proclividad a negar amigos y pasadas relaciones. As? como Judas neg? tres veces a su Maestro antes del alba, Anaya asegur? no conocer a Manuel Barreiro, de quien ahora se sabe pag? al queretano la friolera de 54 millones de pesos, por la supuesta adquisici?n de una nave industrial. Pero eso no es todo, la operaci?n de compraventa se realiz? a trav?s de la firma Manhattan Master Plan Development, misma que reci?n fue incluida por el SAT en la lista negra de empresas fantasma; dicho de otra forma, la referida compa??a se dedica a expedir facturas por servicios inexistentes que permiten a terceros deducir impuestos de manera ilegal. Ante tales hallazgos, algunos de los m?s encumbrados partidarios albiazules han saltado a la palestra para exigirle al g?ero Anaya que aclare las denuncias sobre lavado de dinero que pesan en su contra y, ya de pasada, le cuente al respetable c?mo es que hizo su enorme fortuna.

En la patria chica no se curten mal las vaquetas. Despu?s de haber hecho ?talacha? de la buena para acceder a una candidatura al Senado por la v?a de mayor?a relativa, Jes?s de Le?n Tello fue dejado en el camino, nada m?s y nada menos que por el antes aspirante a repartidor de chile y eterno tirador a la gubernatura coahuilense, Guillermo Anaya Llamas. Poco import? el acuerdo de caballeros que – seg?n se dice – hubo entre ambos pol?ticos laguneros. Anaya (el de ac?) termin? por darle la estocada a su ex coordinador de campa?a, quien ya se so?aba ocupando el esca?o senatorial. La presunta calma y actitud institucional mostrada por De Le?n es de pron?stico reservado, pues la curul en San L?zaro que le prometieron como premio de consolaci?n, fue antes comprometida a favor de Leonel Contreras; a mayores se?as, segundo al mando del extinto Partido Primero Coahuila, aliado de los azules en la anterior campa?a dom?stica.

Por supuesto, la capital mundial del sarape y el membrillo no pod?a quedarse atr?s en esta telenovela de traiciones, amor y desamor. Ac? pr?cticamente ya est?n cocinadas

las candidaturas a la Presidencia Municipal saltillense. Manolo Jim?nez buscar? la reelecci?n representando al Revolucionario Institucional. Frente al joven alcalde y sus huestes, competir?n no uno, sino tres panistas. ?S? mam?! Le?ste bien. Por el bando azul llegar? a la boleta local Carlos Orta Canales; por MORENA contender? Oscar ?El Mu?eco? Mohamar, y por el PRD entrar? al quite ?Tomy? Vives Preciado. Seguramente, durante la campa?a, los emanados de las filas de Acci?n Nacional no tendr?n el menor recato en sacarse ? unos a otros ? los trapitos al sol.

Aqu? en confianza, entre los dimes y diretes propios de la ?poca electoral, el salpicadero se pondr? de a peso. No dude usted que -en menos de lo que canta un gallo- alg?n pol?tico comarcano ser? se?alado por los mismos delitos que ahora se le imputan a Ricardo Anaya. As? las cosas, los servidores p?blicos y funcionarios partidistas de apenas mediana monta que han amasado grandes riquezas en forma inexplicable, deber?n poner sus barbas a remojar, porque ?a cada Santo le llega su capilla?. Al tiempo.

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