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Aqu? en confianza

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Iv?n Garza Garc?a

 

Guardia Nacional; la reforma

 

 

Algo es irrefutable, a nuestro M?xico lindo y querido no le faltan temas para la polarizaci?n. Y es que justo cuando las aguas estaban volviendo a su cause, el presidente electo de nuestro pa?s present? su Plan Nacional de Paz y Seguridad, por el cual, entre otros aspectos, habr? de crearse la Guardia Nacional, cuyo prop?sito es integrar a las fuerzas armadas y cuerpos policiales en un solo ?rgano.

 

A decir de sus promotores, la estructura propuesta se inspir? en dos institutos armados que actualmente cumplen funciones de seguridad p?blica: la Guardia Civil espa?ola y la Gendarmer?a francesa. Al respecto, se tiene contemplado que el organismo cuente con – al menos – 50 mil efectivos, siendo los castrenses su columna vertebral. Dicho de otra manera, los miembros de la Guardia Nacional provendr?n de las polic?as militar y naval, as? como de la actual Polic?a Federal; adicionalmente se convocar? a civiles y a integrantes de la tropa, quienes recibir?n entrenamiento en planteles militares, conforme a los planes y programas que ser?n elaborados por las secretar?as de la Defensa Nacional, Marina, Gobernaci?n y la de Seguridad Ciudadana, misma que – en breve ? se incorporar? al organigrama del Ejecutivo Federal. As? las cosas, al cuerpo de seguridad, cuyo pleno funcionamiento se proyecta en tres a?os, le ser? encomendada la importante labor de prevenir y combatir el delito en todo el territorio nacional (ni m?s, ni menos).

 

Como era de esperarse, ante el referido anuncio, Tirios y Troyanos desenvainaron sus espadas. Los porristas de la Cuarta Transformaci?n alabaron la medida, mientras que las organizaciones internacionales de Derechos Humanos la cuestionaron ?cidamente. Human Rights Watch calific? la decisi?n como ?un error colosal? y una ?pol?tica potencialmente desastrosa?. Por su parte, Amnist?a Internacional, en la voz de su Directora para las Am?ricas, manifest? que es ?preocupante repetir esencialmente el mismo modelo de seguridad militarizado fallido que ha permitido la comisi?n de graves violaciones a los Derechos Humanos?. ?Para el colectivo Seguridad sin Guerra (que agrupa a m?s de 300 organizaciones), el plan del pr?ximo gobierno ?result? ser un fraude a la sociedad que confi? ? en las elecciones de julio ? que se pod?a adoptar una pol?tica publica de seguridad diferente?.

 

Mientras los malquerientes se rasgan las vestiduras, el equipo de Morena ayer present? la iniciativa para dar sustento jur?dico al mecanismo planteado. Si bien, la Constituci?n mexicana ya refiere la existencia de una Guardia Nacional, la idea de AMLO dista de la figura que actualmente se encuentra regulada, por lo que es indispensable practicar ?cirug?a mayor? a la Carta Magna; adem?s, deber?n ser modificadas diecisiete constituciones locales como la de Coahuila, que en sus art?culos 18, fracci?n IV y 82, fracci?n XIX, aluden a la Guardia Nacional. El proyecto presentado contempla la variaci?n de una serie de dispositivos, entre los que destacan los art?culos 10, 31, 73, 76, 78 y 89,? mismos que norman la figura de marras; los derechos? y obligaciones de los mexicanos respecto a ?sta y las facultades del Presidente de la Rep?blica para su uso. Y, aunque las reformas constitucionales requieren el voto de las dos terceras partes de los miembros del Congreso de la Uni?n y la aprobaci?n de la mayor?a de las legislaturas estatales y de la Ciudad de M?xico ?(en los t?rminos del art?culo 135 del referido ordenamiento), tal formalidad no le quita el sue?o al l?der moral del partido dominante. Recordemos que Morena cuenta con una amplia mayor?a en el Senado y la C?mara de Diputados y, por si fuera poco, en las pasadas elecciones el mencionado instituto pol?tico se alz? con el triunfo en diecinueve congresos locales, de los veintisiete en disputa. Pese a ello, Yeidckol Polevnsky (que en realidad se llama Citlalli Ib??ez) dej? claro a las y los diputados locales morenistas y sus aliados (PT y PES) que est?n obligados a sacar adelante la agenda legislativa prioritaria para el nuevo r?gimen.

 

Aqu? en confianza, en estos tiempos cobran especial vigencia las palabras de Benjam?n Franklin, quien dijo: ?los que renuncian a su libertad para obtener una peque?a seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad?; sin embargo, todo indica que el se?or L?pez y sus huestes han sabido interpretar lo afirmado por la escritora estadounidense Libba Bray: ?la gente quiere estar a salvo, no libre?. Ah? se los dejo para la reflexi?n.

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