Iván Garza García
Quinto informe; a seguir trabajando
Dicen los enterados que a él se debe atribuir la irreconciliable rivalidad entre las Águilas del América y las Chivas Rayadas del Guadalajara. Don Fernando Marcos fue todo lo que se puede ser dentro del ambiente futbolero mexicano: jugador, árbitro, entrenador y comentarista. Fundador del rotativo Ovaciones y colaborador habitual en el Universal, el emblemático narrador deportivo solía decir: “el último minuto también tiene sesenta segundos”.
En la recta final el paso no se afloja; por el contrario, este debe redoblarse. Tal conducta ha sido asumida por el mandatario coahuilense, Miguel Ángel Riquelme, quien tiene convertida a esta patria chica en un verdadero referente nacional. Propios y extraños lo reconocen, Coahuila es un estado altamente próspero en el que sus habitantes gozamos de una excelente calidad de vida; dicho con todas sus letras, esta tierra es uno de los mejores lugares para vivir en México. El esfuerzo, dedicación y constancia rinden frutos. Sin duda, habrá quien – víctima de algún dislate político – niegue lo que es por todos sabido; sin embargo, los números no mienten. De acuerdo con el IMCO, nuestro estado es el tercero más competitivo del país. Tan solo este año, se crearon 50 mil nuevos puestos de trabajo; es decir, en materia de generación de empleo, Coahuila registró un crecimiento que equivale al de 10 estados juntos. Ahora bien, de los 138 proyectos de inversión que se han concretado en el último lustro, 38 fueron confirmados durante el año actual. Como si lo anterior fuera poco, aunque en suma representamos menos del tres por ciento de la población total del país, Coahuila es el segundo estado que más exporta a nivel nacional. Sin duda, acá la recuperación económica postpandemia es digna de encomio. Por otro lado, a través del programa Mejora, se han elevado sustancialmente las condiciones de vida de las y los coahuilenses que se encuentran en desventaja social. Es más que evidente, aquí se busca afanosamente arrancar a las personas de las garras de la pobreza; hoy por hoy, nuestra entidad ocupa el tercer lugar del país con el menor índice de marginación y el cuarto con la menor cantidad de personas en situación de vulnerabilidad. Además, el norteño territorio que vio nacer a Ramos Arizpe, Madero y Carranza, se coloca en el listado de las cinco entidades con mayor calidad en la atención de salud y, durante este año, el gobierno estatal puso en operación el Hospital Materno Infantil; añejo anhelo en esta capital del sarape.
Sin duda, el sello distintivo de la casa es la seguridad. En tanto que en otras latitudes la violencia se encuentra en franco aumento, al tiempo que las balaceras, persecuciones y bloqueos se cuentan por decenas, acá se vive en paz. Conforme a datos del INEGI, Coahuila es el tercer estado más seguro del país. Por supuesto, la tranquilidad que distingue a nuestro estado es producto de acciones estratégicas y cooperación permanente con la autoridad federal y los municipios. Se dice fácil, pero alcanzar los indicadores recién mencionados es una titánica tarea. Sin ir tan lejos, preguntemos a nuestros vecinos que darían por vivir en una entidad segura.
Aquí en confianza, probablemente mientras mi amable y única lectora se da a la tarea de mutilar el periódico para guardar entre sus pertenencias la versión impresa de este intento de columna, el Gobernador de Coahuila estará compareciendo ante el Poder Legislativo local para rendir su quinto informe de resultados. Como suele ocurrir, habrá de llegar a estas tierras un representante de la federación, quien será recibido por los invitados que aguardarán en el recinto oficial. Fiel a su costumbre, el mandatario ofrecerá un mensaje breve y sustancioso. Sin falsos triunfalismos ni parafernalia innecesaria, el gobernante dará cuenta del estado que guarda su administración. Hablará tan solo lo suficiente, pero dirá mucho. Mientras tanto en los hogares, calles, escuelas y parques, las y los coahuilenses seguiremos disfrutando de la entidad que se ha venido construyendo para los nuestros. Riquelme saldrá del Palacio del Congreso con paso firme y decidido para seguir trabajando; bien sabe que queda mucho por hacer, pues como dijera otro inolvidable, Yogi Berra: “esto no se acaba hasta que se acaba”. Ahí se los dejo para la reflexión.