Home OPINIÓN Aqu? en confianza

Aqu? en confianza

0
0

 

Iv?n Garza Garc?a

 

Ekapol: de villano a h?roe

?

 

El ?ltimo gran triunfo de la humanidad frente a la desgracia tuvo verificativo en Tailandia. All? se hizo posible lo que parec?a imposible. El mundo entero sigui? con atenci?n los avances del rescate de los doce ni?os futbolistas y el asistente de su entrenador, quienes permanecieron atrapados en la cueva de Tham Luang Nang, ubicada al norte de aquel pa?s. Dadas las condiciones del lugar, las posibilidades de supervivencia eran casi nulas; sin embargo, de nueva cuenta la f?rrea voluntad de los rescatistas, la unidad y la colaboraci?n internacional rindieron extraordinarios frutos. Despu?s de que las autoridades dise?aron y pusieron en pr?ctica un ambicioso plan de salvamento y con el apoyo de experimentados buzos provenientes de varios pa?ses ? quienes guiaron a las v?ctimas a lo largo de cuatro kil?metros de obscuros canales – los ni?os y el joven asistente fueron extra?dos con ?xito de la peligrosa cueva que los manten?a cautivos. ?Los doce Jabal?es Salvajes (nombre del equipo de futbol) y su entrenador fueron evacuados de la cueva?, anunci? en redes sociales el cuerpo de ?lite de la Marina de Tailandia, cuya participaci?n en las referidas labores fue decisiva.

 

Si bien, la odisea de los ni?os tailandeses encontr? un afortunado desenlace, no todo es miel sobre hojuelas. Al respecto, han surgido severos comentarios sobre la responsabilidad del ?nico adulto a quien le fue encomendada la seguridad de aquellos infantes. Fue la ma?ana del pasado 23 de junio cuando Nopparat Khanthavong, entrenador principal del equipo, instruy? a su asistente t?cnico para que se hiciera cargo de los jugadores llev?ndolos a una cancha de futbol enclavada junto a la cadena monta?osa Doi Nang Non, que se extiende en la frontera entre Tailandia y Myanmar. El ex monje novicio Ekapol Chantawong, acept? gustoso la comisi?n. A?n no se sabe con exactitud cual fue la raz?n por la que los jugadores y el asistente se adentraron a la cueva, pese a las advertencias de potencial peligro. De acuerdo con versiones extraoficiales, uno de los ni?os habr?a declarado que entraron a la gruta como parte de un rito de iniciaci?n. Lo que vino despu?s, desencaden? los terribles hechos que mantuvieron en vilo a millones de personas a lo largo y ancho del orbe. Las copiosas lluvias inundaron las galer?as de acceso a la caverna, lo que impidi? la salida de los deportistas. El 2 de julio (nueve d?as despu?s de que fue reportada la desaparici?n), un par de buzos brit?nicos lograron ubicar a trece personas hambrientas, quienes permanec?an abrazadas en una obscura c?mara parcialmente inundada. Despu?s de algunos d?as de planeaci?n, se iniciaron las tareas de rescate cuyos resultados hoy todos celebramos.

 

La ?pica historia comienza a tomar un giro inesperado y apunta hacia un hombre que pas? de villano a h?roe. Ekapol, quien a los diez a?os perdi? a sus padres y a su hermano debido a una epidemia que azot? a su pa?s y abandon? la vida mon?stica para hacerse cargo de la salud de su abuela, mantuvo a los doce ni?os con vida por m?s de dos semanas, mientras ?stos se encontraban atrapados. Para muchos – incluidos los padres- el ex monje de 25 a?os se convirti? en una fuerza divina, enviada para proteger a las v?ctimas de aquella calamidad. El joven fue el ?ltimo en salir; presentaba una severa desnutrici?n al momento de su extracci?n y la debilidad entorpec?a sus movimientos. Despu?s habr?a de aclararse que durante los primeros d?as, el asistente ofreci? a los ni?os las raciones de agua y comida que llevaba para s?; adem?s, les ense?? a meditar para que mantuvieran la calma y conservaran su energ?a, misma que menguaba por falta de alimento y ox?geno. Se dice que nunca perdi? la esperanza y de ?sta se contagiaron los peque?os ?Jabal?es?.

 

Aqu? en confianza, Ekapol cumpli? a cabalidad su encargo; estuvo dispuesto a sacrificar su vida por salvar la de otros.

 

Escribi? el cantautor cubano Amaury Guti?rrez: ?Quien puede m?s en este mundo, ?el que hace mal o el que hace el bien? Quien va a poder quebrar a un hombre que vale mil, que vale cien. Y quien se apiada de nosotros cuando ya nadie quiere ver; hay que salvar a los que sue?an? a los que sue?an como ?l?.

 

 

 

 

 

 

DEJE SU COMENTARIO

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *