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Algo que vale la pena leer

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ALBERTO BOARDMAN

 

 

El debate del lenguaje inclusivo

 

Si atendemos estrictamente el moderno lenguaje inclusivo, cómo bien menciona Gonzalo Celorio a manera de broma en sus conferencias, para la expresión: «El perro es el mejor amigo del hombre» debería decirse: «El perro y la perra son el mejor amigo y la mejor amiga del hombre y de la mujer, indistinta, respectiva o excluyentemente».

 

Como cita Álex Grijelmo en su más reciente libro publicado para México: “Propuesta de acuerdo sobre el lenguaje inclusivo”, las filólogas feministas no suelen encontrarse en el grupo que ataca el idioma, pues más que «lenguaje inclusivo», como bien acierta apuntar el académico Pedro Álvarez de Miranda, se trata de un «lenguaje duplicativo».

 

Amigos, sean todos bienvenidos. «Amigos y amigas, sean todos y todas, bienvenidos y bienvenidas». A eso nos referimos. Y es que en la actualidad, cada vez con más fuerza se confunde como un hecho causa- efecto que el dominio del patriarcado se debe gracias a la distinción entre lo femenino y lo masculino del lenguaje; que de algún modo, utilizar palabras que parecen masculinas, pero que realmente son neutras, dejan fuera de contexto a la mujer.

 

El doctor y máster Álex Grijelmo, escritor y periodista español, ex director de la agencia EFE, colaborador y ex director del periódico «El País», publicó este 2021 para México por la editorial Taurus, esta propuesta de acuerdo conciliadora al ofrecer una argumentación para la expresión del español que no discrimine a nadie, pero al mismo tiempo resulte accesible y útil.

 

Expresiones duplicadas como: «Las niñas y los niños», «las profesoras y los profesores» nacen de un reciente temor a herir susceptibilidades y preponderar el papel de la mujer, sin tener en cuenta que el idioma por sí mismo, concede amplios recursos para evitar distinciones sin llegar a violentar la lengua.

 

Debemos asimilar que no por acotar el género masculino o neutro del lenguaje ponderando el femenino, la opresión, inequidad o machismo dejarán de existir. No se puede delegar al idioma, los problemas reales de exclusión que competen realmente a muchos otros factores de nuestra sociedad.

 

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.

 

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