ALBERTO BOARDMAN
A principios del siglo pasado, un inventor, escritor y director de una emisora de radio, fundar?a el concepto de un g?nero literario que hasta entonces carec?a de etiqueta: ?La Ciencia Ficci?n?. Hugo Gernsback, lleg? a Nueva York emigrando de Luxemburgo con casi 20 a?os de edad. En Abril de 1926 inici? la publicaci?n de una revista propia a la que llam?: ?Amazing Stories? la cual se editar?a de manera ininterrumpida durante los pr?ximos 80 a?os. Antes de la revista, los textos de ficci?n no se encontraban catalogados en un g?nero como tal. Es por ello que junto a H. G. Wells y Julio Verne, Gernsback es considerado como uno de los padres de la ciencia ficci?n y el creador del t?rmino como tal. De hecho, el m?s prestigioso galard?n literario en el g?nero: ?Los Premios Hugo?, son llamados as? en su honor. El lema de la revista era ?Ficci?n extravagante hoy, hecho innegable del ma?ana?.
Gernsback impart?a conferencias sobre las grandes posibilidades del futuro, los nuevos inventos e incluso, postul? teor?as que a la posteridad se transformar?an en pilares de axiomas cient?ficos acreditados. Al igual que Verne en su momento, Gernsback adelantaba en aquellos incipientes a?os 20 entre otras cosas, que el ser humano ser?a capaz de realizar pron?sticos extendidos de lluvia e incluso llegar a producirla; que en el futuro (hoy nuestro presente), los radio aficionados no s?lo escuchar?an noticias o peleas de box, si no que podr?an verlas a trav?s de im?genes en vivo y en directo tanto desde la comodidad de su casa como a bordo de un tren. Postulados que pudieran parecernos irrisorios, pero que en aquellos a?os equivaldr?an hoy a decir por ejemplo, que en 30 a?os nos tele-transportaremos a cualquier lugar sin necesidad de veh?culos. Como inventor Gernsback fue bastante prolijo, al final de su vida contaba con m?s de 80 patentes, incluso una de sus teor?as m?s acreditadas en f?sica es la conocida: ?Paradoja del Abuelo?, relacionada con el viaje en el tiempo. Su gran aporte, nos demuestra que la ciencia siempre requiere de mentes inquietas que se atrevan a so?ar con lo imposible.