ALBERTO BOARDMAN
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Hoy escuchamos m?sica en formato digital, directamente en l?nea, almacenada en un tel?fono, computadora o una memoria USB. Atr?s quedaron los Compact Disc y ni que decir de los ?Cassetes? ochenteros, los famosos ?8 track? setenteros y por supuesto, los vinilos. Aunque ?stos ?ltimos han tenido un repunte en el gusto exigente de los mel?manos durante los ?ltimos a?os.
Lo cierto es que la evoluci?n en este aspecto, ha llegado incluso a permear hasta en las formas de composici?n e interpretaci?n. Lo sint?tico, electr?nico y predise?ado avasalla el territorio auditivo, dejando de lado el talento art?stico en la ejecuci?n musical de otros tiempos.
Pero lo mismo sucedi? a mediados del siglo pasado. Originalmente las grandes bandas con todos y cada uno de sus instrumentos y m?sicos, tocaban en vivo no s?lo en bailes y presentaciones, sino incluso, directo para la radio. Con la llegada comercial del disco de vinilo las grandes bandas comenzaron a desaparecer. Lo que pudiera haberse considerado un adelanto moderno que permitir?a difundir su obra, termin? por volverse en contra, puesto que las melod?as grabadas pod?an ser reproducidas una cantidad infinita de veces y las estaciones de radio dejaron de contratar a las orquestas para tocar en vivo, ya que su costo representaba sumas muy considerables por la cantidad de m?sicos participantes. As?, de cientos de grandes orquestas quedaron s?lo unas cuantas, y comenzaron a aparecer los grupos musicales con apenas cuatro o cinco integrantes. Hoy en d?a, un s?lo disc jockey anima una fiesta moderna. Por supuesto, nunca podremos comparar la calidad art?stica en la interpretaci?n, la fidelidad de los sonidos en cada instrumento y todo lo que involucra un proceso musical mucho m?s artesanal, pero de nueva cuenta, tal parece que el sentido econ?mico vuelve a imperar por sobre la calidad de lo art?stico.
Como dir?a Brian Weiss: ?Somos seres nuevos todos los d?as. Nuestra conciencia y percepciones evolucionan constantemente y con cada variaci?n emerge un nuevo ser. No somos la misma persona que hace cinco a?os, ni siquiera que hace cinco minutos. Muchos cuerpos, una misma alma»?
Somos lo que hemos le?do y esta es palabra de lector.
radioelitesaltillo@hotmail.com
