La doctora Fernanda Marylí Hernández Robledo, especialista en córnea y cirugía refractiva, explicó que existen padecimientos oculares irreversibles que impiden a un adulto mayor manejar un automóvil
Excelsior
CIUDAD DE MÉXICO.- Con el paso del tiempo, las personas perdemos capacidades visuales y reflejos, por lo que se vuelve más complejo manejar vehículos cuando se es adulto mayor, tal fue el caso de doña Virginia de 76 años.
La abuelita fue vinculada a proceso por el delito de homicidio culposo, durante un accidente de tránsito registrado en Cuernavaca, Morelos.
Es por ello que la doctora Fernanda Marylí Hernández Robledo, especialista en córnea y cirugía refractiva, detalló en qué casos ya no se recomienda que los abuelitos manejen un automóvil.
Explicó que los padecimientos oculares que impiden a un adulto mayor manejar se dividen en dos categorías: enfermedades reversibles e irreversibles.
ENFERMEDADES REVERSIBLES
La doctora de Vissum México dijo que en esta categoría se encuentra la famosa catarata, que es más común a partir de los 60 años de edad.
“Para comprender en qué consiste, primero es necesario saber que adentro del ojo tenemos un lente que se llama cristalino, el cual nos ayuda a ver y enfocar. Cuando nacemos, es completamente transparente; sin embargo, conforme avanza la edad, va cambiando de color y su composición se va modificando hasta que se opaca; es ahí cuando se forma la catarata”, explicó.
Dijo que es un proceso normal del envejecimiento, como las canas y las arrugas, por lo que todos, en algún momento, tendremos catarata, solo que en diferentes grados.
Los síntomas más comunes son: visión borrosa, sensibilidad a la luz, dificultad para ver de noche y visión atenuada de colores.
“Para manejar, esto es muy importante, por lo que los pacientes que padecen catarata no deben hacerlo. La buena noticia es que la catarata puede tratarse mediante una cirugía, la cual consiste en remover el cristalino completo y colocar un lente intraocular para corregir la visión”, señaló la especialista.
ENFERMEDADES IRREVERSIBLES
El glaucoma es un padecimiento en el que la presión del ojo aumenta, ocasionando un daño al nervio óptico (estructura que comunica el ojo con el cerebro).
Se puede producir a cualquier edad; sin embargo, es más frecuente en personas mayores de 60 años.
“El problema del glaucoma es que los pacientes no presentan síntomas hasta que la enfermedad está muy avanzada y, actualmente, es la primera causa de ceguera irreversible en el mundo”, mencionó la doctora Fernanda Marylí Hernández Robledo.
Don José Albarrán, de 70 años, tuvo que dejar de trabajar como taxista de sitio en Santa Fe, al poniente de la Ciudad de México, por su problema de glaucoma.
“Tuve que dejar el volante y mi trabajo por no atenderme a tiempo, extraño mucho manejar, pero primero está mi salud y seguridad y la de los demás, no quiero causar algún accidente”, afirmó.
La doctora destacó que una persona con glaucoma no debe manejar porque lo primero que se daña en etapas tempranas es la visión periférica, lo cual deja a los pacientes solo con una isla de visión central.
“Muchos de los pacientes que llegan a consulta lo hacen porque, precisamente, al ir manejando, se dieron cuenta de que ya no tenían esa visión periférica que permite, por ejemplo, cambiar de carril”, explicó.
Hoy en día, los estudios para diagnosticar el glaucoma son cada vez mejores y más accesibles, por lo que es importante acudir a revisión oftalmológica de forma anual con el propósito de diagnosticar lo más temprano posible la enfermedad, ya que si se controla adecuadamente, es posible conservar la visión, “pero si se diagnostica de manera tardía, el daño es irreversible”.
Otra es la degeneración macular relacionada con la edad, ya que por dentro, el ojo está tapizado con una capa llamada retina, la cual capta las imágenes y las transmite al cerebro. El centro de la retina se llama mácula, y esta es la encargada de la visión nítida, detallada y central.
“Con el envejecimiento, la mácula se degenera y causa visión borrosa central (a diferencia del glaucoma, que es periférica), distorsión de objetos y líneas, así como aparición de ‘manchas negras’ en el campo visual”, agregó la especialista.
Dijo que esta enfermedad es la principal causa de disminución severa de la visión en adultos mayores y es importante detectarla para darle seguimiento, tratamiento de soporte e indicaciones para la vida diaria; entre ellas, la más importante: no manejar.
Asimismo, reiteró que la catarata, el glaucoma y la degeneración macular son las 3 causas más comunes de pérdida visual en adultos mayores; sin embargo, existe un sinfín de enfermedades oftalmológicas que también provocan visión borrosa, por lo que es importante una revisión oftalmológica anual o al momento de comenzar con algún síntoma visual.
