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CIUDAD DE MÉXICO.- A sus 27 años, la taekwondista mexicana Fabiola Villegas vive un momento de madurez deportiva y mental que la mantiene enfocada en un objetivo claro: clasificar y competir en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Tras quedarse cerca de su boleto para París 2024, la atleta ha transformado esa experiencia en motivación para consolidar su carrera y buscar la gloria en la categoría de los -57 kilogramos, la misma en la que su gran referente, Iridia Salazar, logró una histórica medalla de bronce en Atenas 2004.
Un triunfo clave que renueva la confianza
En mayo pasado, Villegas dio un golpe de autoridad en la Copa Presidente al vencer nada menos que a la campeona olímpica Viviana Morton, un resultado que le ha inyectado confianza y renovado su fe para seguir trabajando con mayor intensidad. “Me siento muy motivada, la verdad es que sí ha sido un buen comienzo. Creo que en esta ocasión tengo un poquito más de experiencia y un poquito más de conocimiento de lo que tengo que trabajar, entonces estoy con mucha motivación, que es lo más principal, y con mucha fe en que todo va a salir muy bien”, compartió Fabiola.
Superar la decepción de París 2024 para mirar hacia adelante
La frustración por quedar a solo dos puestos de lograr la clasificación a París 2024 fue un duro golpe, pero Villegas ha sabido convertir esa experiencia en aprendizaje y crecimiento. Su progresión desde el ciclo anterior, cuando estuvo lejos del ranking olímpico, hasta alcanzar incluso la cima del ranking mundial en 2022, es muestra de su dedicación y talento.
“Estar en el ranking número uno del mundo, quedarme a dos lugares de clasificar a Juegos Olímpicos, cuando en el ciclo anterior estaba muy lejos, en el ranking 100, me ha acercado más a ese sueño. No veo el ciclo anterior como un fracaso, sino como un paso fundamental que me permitió no solo ser participante, sino ahora una contendiente con posibilidades reales de título”, reflexionó la taekwondista.
Una generación mexicana con hambre de medallas
Villegas forma parte de una generación dorada del taekwondo mexicano, acompañada por figuras como Carlos Sansores, Daniela Souza y Leslie Soltero, campeones mundiales que representan la renovación y la fuerza del deporte nacional. Esta camada tiene el reto y la oportunidad de romper la sequía de medallas que México ha tenido en las últimas dos ediciones olímpicas.
“Somos la generación que viene fuerte desde hace algunos años, que ya está en su momento. Hemos tenido la oportunidad de aprender de grandes atletas como María Espinoza y Carlos Navarro, que dejaron una huella impresionante. El equipo viene muy bien, y creemos que es nuestro tiempo para devolverle a México esas medallas que históricamente hemos conseguido”, afirmó Villegas con optimismo.
México, una potencia mundial en taekwondo
Con siete medallas olímpicas en su historial, dos de ellas de oro, México se ha consolidado como una potencia mundial en taekwondo. Fabiola reconoce que esta tradición brinda una ventaja psicológica importante al momento de competir en el extranjero.
“Es un punto muy favorable que han dejado las generaciones anteriores. Ya no es solo salir a competir individualmente, sino salir representando a México. Cuando otros atletas piensan en enfrentarse a un mexicano, saben que están ante guerreros con un alto nivel de taekwondo, y eso los hace pensarlo dos veces. Eso es gracias al trabajo de todos los que hemos estado y las generaciones que nos antecedieron, quienes dejaron esa huella de que México es potencia”, concluyó.
Fabiola Villegas mira hacia Los Ángeles 2028 con la convicción de que esta será su oportunidad para brillar y dejar su marca en la historia olímpica de México. El camino es largo, pero su determinación y talento la colocan como una de las principales cartas del taekwondo nacional para la próxima cita olímpica.