
Priorizan transparencia en la aplicación de recursos de “La Escuela Es Nuestra”
Cristina Flores Cepeda | FACTOR
Sabinas, Coahuila. – En relación con algunos señalamientos y acusaciones que surgieron en ciclos anteriores que incluso llegaron al ámbito penal por el manejo de los recursos del programa La Escuela Es Nuestra, Américo Villarreal, delegado de Programas del Bienestar en Coahuila, aclaró que al asumir el cargo en octubre pasado le correspondió cerrar el paquete anterior del programa, logrando atender la mayoría de los casos a través del área de mediación.
“Nos tocó llegar y atender pendientes del paquete anterior; la gran mayoría de las situaciones se resolvieron en mediación, sin necesidad de que se convirtieran en problemas judiciales. Además, este nuevo esquema de coordinación con el comercio formal, arquitectos e ingenieros, quienes apoyan de manera voluntaria a los comités de padres de familia, busca precisamente evitar cualquier irregularidad”. El delegado insistió en que el objetivo es fortalecer la confianza y garantizar que los recursos lleguen a su destino correcto. “Queremos que los padres ejecuten bien los recursos, que los proyectos sean en serio y que no se caiga en irregularidades que después tengamos que estar atendiendo. La transparencia en el manejo de los recursos es prioridad”, recalcó.
Con una inversión cercana a los 30 millones de pesos, este martes dio inicio formal en Sabinas la aplicación del programa federal “La Escuela es Nuestra”, una estrategia que busca mejorar las condiciones de infraestructura en los planteles educativos de todo el país, en alianza con los tres niveles de gobierno, el sector educativo, cámaras empresariales y los padres de familia. El delegado de Programas del Bienestar en Coahuila, Américo Villarreal, destacó que esta suma de esfuerzos permitirá que los recursos rindan más, con el objetivo de que los proyectos que se emprendan sean exitosos y tengan un impacto positivo en el desarrollo educativo de las niñas y niños de la Región Carbonífera.
“Lo que buscamos es que este dinero que llega a las escuelas se aplique bien, que sea un ganar-ganar para todos, desde los alumnos, hasta los padres de familia, los maestros y también para los comercios locales, porque queremos que los empresarios ofrezcan sus mejores precios en materiales y servicios para que alcance para más”. En Coahuila, son más de 600 instituciones educativas las que participan en este programa, cuya aplicación es anual y contempla obras diversas como techumbres, construcción y rehabilitación de aulas, pintura, impermeabilización, remodelación de baños, instalación de juegos infantiles, adquisición de material deportivo, de cómputo, así como equipos de climatización como mini Split, entre otros beneficios.
En cuanto a la cobertura del programa, Villarreal aseguró que ninguna institución educativa ha quedado fuera de “La Escuela es Nuestra”. Explicó que no a todas les corresponde recibir recursos en el mismo año, ya que desde la Federación se etiquetan los paquetes por ciclos, con base en diagnósticos que priorizan a las escuelas más vulnerables y a las que tienen una mayor población estudiantil necesitada. “Las escuelas que no fueron contempladas en este ciclo probablemente ya recibieron apoyo en años anteriores o están programadas para próximos ejercicios. Esto no obedece a ninguna situación irregular, sino a que buscamos atender primero a quienes más lo requieren”.
Uno de los pendientes es la conclusión de la obra en un jardín de niños en Sabinas, cuya autorización ya fue emitida, pero que aún está en proceso. “Sabemos que ahí todavía falta concluir, pero está en ruta, estamos al pendiente y seguimos gestionando para que se concrete lo más pronto posible”, concluyó.