
McLaren decepciona a Pato O’Ward y finaliza 4º en las 500 Millas de Indianápolis; Alex Palou se corona campeón
FACTOR
ESTADOS UNIDOS.- La 109ª edición de las legendarias 500 Millas de Indianápolis será recordada como una de las más intensas y exigentes en la historia reciente, marcada tanto por una cantidad significativa de abandonos como por la consagración del piloto español Alex Palou, quien consiguió su primera victoria en un óvalo en la carrera más emblemática del automovilismo mundial. Por su parte, el mexicano Pato O’Ward tendrá que aguardar un año más para cumplir su sueño en el Brickyard.
Desde el inicio, Palou mostró una estrategia y ritmo impecables que comenzaron a cobrar fuerza en la última media hora de competencia, justo después de su última parada en pits. Su gran actuación se vio beneficiada por los contratiempos de sus rivales, entre ellos el experimentado Ryan Hunter-Reay, quien perdió tiempo valioso en boxes en los momentos decisivos. Además, Palou protagonizó una maniobra clave al adelantar al sueco Marcus Ericsson, asegurando así su paso hacia la gloria y la bandera a cuadros.
Pato O’Ward arrancó con gran determinación y se posicionó como líder en las primeras vueltas, demostrando el potencial de su McLaren. Sin embargo, tras la primera detención en pits y un reinicio complicado, su ritmo comenzó a decaer. La escudería volvió a sufrir problemas técnicos en la última parada, lo que retrasó al piloto regiomontano y lo relegó fuera del top 5. Aunque O’Ward mostró espíritu combativo y logró remontar hasta un meritorio cuarto lugar, él mismo reconoció que el auto no estuvo a la altura durante la carrera, lo que le impidió pelear por la victoria y lo condenó a ser un espectador mientras Palou celebraba en lo más alto del podio.
La carrera estuvo plagada de incidentes y accidentes, convirtiéndose en una de las más accidentadas de los últimos años. Cerca de un tercio de la parrilla se retiró antes de las últimas 50 vueltas, un reflejo de la alta exigencia y las difíciles condiciones de la pista. El primer abandono fue el de Scott McLaughlin, quien perdió el control de su Penske durante la vuelta de formación debido a las bajas temperaturas, quedando fuera incluso antes de que la competencia arrancara oficialmente.
Los choques no se hicieron esperar: Alexander Rossi fue uno de los más afectados tras impactar contra el muro, al igual que Kyle Larson, Kyffin Simpson y Sting Ray Robb. Larson abandonó Indianápolis con la mira puesta en la siguiente cita, ya que tomó un vuelo inmediato hacia Charlotte para competir en las 600 Millas de NASCAR.
Un momento dramático ocurrió en los pits cuando el estadounidense Rossi sufrió un incendio provocado por una fuga de líquido de su caja de cambios que entró en contacto con el chasis. Gracias a la rápida intervención del equipo, el fuego fue controlado sin mayores consecuencias, pero obligó a Rossi a retirarse.
Además, Rinus VeeKay protagonizó un choque al ingresar a boxes, lo que generó una nueva bandera amarilla, mientras que el poleman Robert Shwartzman tuvo que abandonar tras un error en su entrada al pit lane que dañó tanto a su equipo como a su monoplaza.
Ryan Hunter-Reay, quien lideraba la carrera a falta de 60 vueltas, fue víctima de un problema en su última parada, cuando su auto quedó detenido por varios segundos. Este contratiempo le costó la lucha por la victoria y abrió la puerta para que Marcus Ericsson, Alex Palou, David Malukas y Pato O’Ward disputaran las posiciones de honor en el tramo final.
Finalmente, Alex Palou se impuso con autoridad en la mítica carrera, sumando un triunfo histórico para su carrera y para el automovilismo español. Mientras tanto, McLaren y Pato O’Ward deberán trabajar para superar los inconvenientes que les impidieron pelear hasta el final, dejando abierta la expectativa para la próxima temporada en IndyCar.