
Héctor Herrera Factor
Saltillo, Coahuila. Aunque la Universidad Autónoma de Coahuila (UAC) ha recibido con normalidad los recursos del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM), aún enfrenta dificultades para cubrir el pago de pensiones a sus jubilados, reveló el rector Octavio Pimentel Martínez.
En entrevista, el rector explicó que el problema tiene raíces estructurales y que, si bien los recursos federales para infraestructura y operación llegan sin contratiempos, el déficit en el rubro de pensiones continúa sin resolverse. “Hay disposición del gobierno Federal para llegar a un acuerdo, y eso abre una puerta importante para resolver este asunto”, señaló.
Pimentel Martínez detalló que una de las principales causas del déficit fue la suspensión de fideicomisos que sostenían las pensiones de ex trabajadores de universidades públicas. Esta medida fue implementada durante la administración federal anterior, lo que agravó la situación financiera de diversas instituciones educativas del país.
Criticó que estos fideicomisos eran convenios con más de 25 años de vigencia, establecidos en coordinación con al menos 35 universidades e instituciones públicas afiliadas a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), por lo que su eliminación fue un golpe severo.
El rector sostuvo que las universidades no fueron responsables del desorden fiscal, ya que durante décadas estos esquemas fueron avalados y supervisados por la propia federación. “No estamos pidiendo un rescate, sino que se respete un modelo que funcionó y que dio estabilidad a miles de familias”, recalcó.
Añadió que, pese a la dificultad, la UAC mantiene el compromiso con sus jubilados y trabaja en mesas de diálogo con autoridades federales para alcanzar una solución que garantice la continuidad de las pensiones sin comprometer los recursos operativos de la institución.
Finalmente, Pimentel Martínez hizo un llamado a la solidaridad institucional y al entendimiento por parte del gobierno Federal para recuperar los mecanismos de financiamiento que permitan sostener las obligaciones adquiridas por décadas con quienes dedicaron su vida al servicio de la educación superior.