Con un gran despliegue de los arqueros y un par de polémicas, todo se definirá en el Volcán para conocer al semifinalista
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CIUDAD DE MÉXICO.- Aunque se suele pensar que un empate sin goles es sinónimo de un partido aburrido, Necaxa y Tigres desmintieron esa teoría en la ida de los cuartos de final. A pesar de que el marcador no se movió en el Estadio Victoria, tanto Luis Unsain como Nahuel Guzmán se erigieron como los protagonistas indiscutidos, con un auténtico duelo de arqueros que mantuvo el 0-0 y dejó todo para la vuelta, en el Volcán. Sin embargo, la polémica estuvo presente, pues el árbitro Óscar Mejía no sancionó un claro penal a favor de Necaxa tras una mano dentro del área.
La guerra de estrategias entre Nicolás Larcamón y Guido Pizarro fue evidente. El técnico de Necaxa vivió intensamente el partido desde la banda, mientras que su homólogo felino observó el encuentro desde el palco debido a su suspensión. A pesar de eso, ambos entrenadores hicieron ajustes en sus formaciones, y el partido se caracterizó por un dominio alterno: Necaxa fue superior en el primer tiempo, mientras que Tigres logró equilibrar las acciones en la segunda mitad.
Necaxa, el que más intentó
El equipo de Larcamón mostró una movilidad destacada, con Paradela tomando las riendas del ataque. Cuando el mediocampista orquesta el juego, el equipo es difícil de frenar. Tras un tímido intento de Tigres, Necaxa tomó el control y, por varios momentos, dominó el partido. Además, los Rayos generaron peligro frente al marco de Guzmán, quien tuvo que intervenir en varias ocasiones para evitar el gol.
Una de las más destacadas fue una espectacular atajada de Guzmán, que desvió un potente zurdazo de Paradela desde fuera del área. Poco después, el arquero argentino dejó un rebote peligroso, pero estuvo atento para rechazar el remate de Cambindo. Necaxa también intentó en jugadas a balón parado, pero un cabezazo de Alexis Peña, solo dentro del área, fue directo a las manos de Guzmán.
A pesar de las oportunidades desperdiciadas, el primer tiempo dejó la sensación de que Necaxa había perdonado ante un Tigres que se vio superado por la intensidad del rival. Ante esto, el “Conde” Pizarro reaccionó y movió su banquillo, lo que resultó en una mayor frescura en el ataque con los ingresos de Ozziel Herrera y Rómulo, lo que permitió a los felinos equilibrar el encuentro.
Duelo de porteros
Si Necaxa hizo figura a Nahuel Guzmán en la primera mitad, Tigres hizo lo propio con Luis Unsain en la segunda. El arquero argentino salvó a su equipo en varias ocasiones, destacándose una espectacular mano que evitó el gol de Ozziel Herrera tras un potente disparo.
A continuación, Unsain estuvo atento para desviar un cabezazo de Nico Ibáñez y luego para evitar que un disparo potente de Lainez llegara a su portería. El asedio de Tigres continuó, y la polémica también se hizo presente cuando Lainez reclamó un penalti. Sin embargo, el árbitro desestimó la jugada, y el VAR respaldó su decisión.
Cuando Tigres parecía tener el control, Necaxa reaccionó en los minutos finales, e incluso estuvo cerca de marcar el gol de la victoria en el tiempo de compensación. Hubo una clara mano dentro del área, pero ni el árbitro ni el VAR sancionaron la jugada, lo que dejó al equipo de Larcamón con la sensación de que se les escapó la victoria.
Ahora, Necaxa deberá ganar en el Estadio Universitario en lo que será un partido decisivo para su continuidad en la Liguilla. Todo se define en el Volcán.
