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ESTADOS UNIDOS.- En un giro inesperado y rodeado de controversias, Justin Tucker, uno de los pateadores más destacados de la NFL, dice adiós a los Baltimore Ravens tras 13 temporadas con el equipo. Su salida se produce después de que una serie de acusaciones de conducta inapropiada durante sesiones de terapia de masajes salieran a la luz, lo que culminó en su despido. A pesar de su estatus como una leyenda de los Ravens, este escándalo ha empañado su exitosa carrera en Baltimore.
El gerente general de los Ravens, Eric DeCosta, expresó en un comunicado oficial que la decisión de liberar a Tucker fue difícil, pero necesaria para el futuro del equipo. “A veces, las decisiones futbolísticas son increíblemente difíciles, y esta es una de esas. Considerando nuestra plantilla actual y el rumbo que queremos seguir, hemos tomado la difícil decisión de liberar a Justin Tucker”, afirmó DeCosta.
Un legado de excelencia… pero con sombras
Tucker es recordado por haber sido una pieza fundamental en los logros de los Ravens durante más de una década. Su precisión en los goles de campo y su consistencia en los puntos extra lo colocaron entre los mejores pateadores de la liga. A lo largo de su carrera, dejó momentos memorables en la historia del equipo, como su record de 66 yardas en un gol de campo, el más largo en la historia de la NFL. Sin embargo, su despedida no está exenta de controversia.
“Justin creó muchos momentos significativos e inolvidables en la historia de los Ravens. Su fiabilidad, concentración, empuje, resiliencia y extraordinario talento lo convirtieron en uno de los mejores pateadores de la liga durante más de una década. Agradecemos las numerosas contribuciones de Justin mientras jugó para los Ravens. Le deseamos lo mejor en esta nueva etapa de su vida”, se lee en el comunicado emitido por la franquicia.
Acusaciones que marcaron su salida
El escándalo que ha rodeado a Tucker involucra a un total de 16 mujeres, quienes lo acusan de conducta inapropiada durante sesiones de terapia de masajes entre los años 2012 y 2016. Estas denuncias fueron publicadas inicialmente por The Baltimore Banner el 30 de enero, lo que desató una investigación sobre su comportamiento.
Tucker, por su parte, ha negado categóricamente las acusaciones. En declaraciones posteriores, el pateador defendió su integridad, afirmando que las acusaciones son «inequívocamente falsas» y aseguró que nunca se había comportado de manera inapropiada en una sesión de masajes. «Nunca me han acusado de mala conducta y nunca me han acusado de actuar de manera inapropiada frente a un masajista o durante una sesión de masajes», dijo Tucker en defensa de su honor.
La postura de la organización y su entrenador
Por otro lado, el entrenador en jefe de los Ravens, John Harbaugh, negó que el despido de Tucker estuviera relacionado directamente con las investigaciones en curso. Según Harbaugh, la decisión de liberar al pateador se basa únicamente en razones deportivas y no en las acusaciones en su contra. «De la investigación no sabemos nada. La NFL no nos ha dado ninguna información por lo que la decisión se basa solo en el fútbol americano», aseguró el entrenador.
Un final inesperado para una carrera de leyenda
Tucker, quien a lo largo de 13 años en la NFL ha mantenido un impresionante porcentaje de efectividad del 89.1% en goles de campo y un 98.5% en puntos extra, se marcha de los Ravens con un legado incomparable. No obstante, su último año en la liga fue marcado por dificultades, fallando ocho goles de campo en la temporada pasada, lo que generó dudas sobre su rendimiento a los 35 años. Pese a esto, el nombre de Justin Tucker permanecerá en los libros de historia de la NFL, no solo por su destreza como pateador, sino también por su récord de 66 yardas, un gol de campo que sigue siendo el más largo en la historia de la liga.
