
FACTOR
REINO UNIDO.- El esperado derbi de Manchester entre el Manchester United y el Manchester City terminó en un empate sin goles (0-0) este domingo en Old Trafford, un resultado que dejó un sabor agridulce en ambas aficiones. Este choque, que históricamente ha sido una de las contiendas más emocionantes de la Premier League, se convirtió en un reflejo de la temporada irregular de ambos equipos, quienes aún luchan por reponerse de sus propios altibajos.
El Manchester United fue el equipo que más ocasiones generó a lo largo del encuentro, especialmente en el primer tiempo, donde se mostró más incisivo, pero a pesar de la posesión y los disparos, no pudo perforar la portería de un City que nunca logró encontrar su ritmo. En la segunda mitad, los Red Devils dominaron territorialmente y llevaron al equipo de Pep Guardiola a un constante retroceso, pero la falta de precisión en los últimos metros y la intervención del portero rival impidieron que el marcador se moviera.
Por otro lado, el Manchester City sufrió la baja de su máximo goleador, Erling Haaland, quien se perdió el derbi debido a una lesión. Sin el imponente delantero noruego, que ha sido pieza clave durante toda la campaña, los Citizens no lograron imponer su estilo de juego ofensivo habitual. A pesar de los intentos de Kevin De Bruyne y Phil Foden, el equipo de Guardiola no encontró la claridad necesaria para superar una defensa del United que se mostró sólida. El empate deja al City en la quinta posición, con 59 puntos, a tan solo un punto de la zona de clasificación a la Champions League.
El Manchester United, por su parte, continúa con una temporada de altibajos en la Premier League, aunque sigue vivo en la Europa League, donde se enfrentará la próxima semana al Lyon en cuartos de final. A pesar de las malas rachas, el equipo de Erik ten Hag mostró destellos de calidad, pero una vez más careció de la consistencia necesaria para marcar la diferencia en el campeonato nacional.
En otro frente de la jornada, el Liverpool sufrió un duro golpe al ver cortada su impresionante racha de 26 partidos invicto en la Premier League, al caer derrotado 3-1 en su visita al Fulham en Craven Cottage. Aunque los Reds se adelantaron con un gol de Alexis Mac Allister, el equipo local, liderado por Marco Silva, dio la sorpresa al darle la vuelta al marcador con goles de Andreas Pereira, Willian, y Carlos Vinícius. Esta derrota deja al Liverpool con la necesidad de reaccionar rápidamente si no quiere perder la ventaja en la cima de la tabla. A pesar de los intentos de Luis Díaz, quien recortó distancias para los visitantes, y la cercanía de Harvey Elliott al empate, los de Jürgen Klopp no lograron concretar sus oportunidades.
A pesar de la derrota, el Liverpool mantiene una ventaja considerable de 11 puntos sobre el segundo clasificado, Arsenal, lo que aún le da margen para alcanzar el récord de su 20ª liga, si consigue al menos 11 de los 21 puntos restantes en juego.
Por su parte, el Chelsea, que también lucha por la clasificación a la Champions League, no pudo aprovechar su oportunidad de afianzarse entre los primeros puestos al empatar 0-0 contra el Brentford. El equipo de Graham Potter sigue siendo inconsistente, y aunque mostró una mejoría en ciertos aspectos, los problemas de definición siguen siendo una de las principales preocupaciones de los Blues.
En cuanto al Tottenham, el equipo dirigido por Antonio Conte logró una victoria por 3-1 ante el Southampton, resultado que, si bien no borra los problemas estructurales de la temporada, al menos le permitió al conjunto londinense sumar tres puntos importantes. El descenso matemático del Southampton, a falta de siete jornadas para el final de la liga, marca un hito histórico al ser el más temprano en la historia de la Premier League, y deja a los Saints enfrentando la dura realidad de regresar a la Championship.